Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La mirada de David Catá para hacer de una iglesia un referente artístico

La Voz

VIVEIRO

XAIME RAMALLAL

Ayer se inauguró la cúpula que pintó el joven artista en el templo de Vieiro, Viveiro

14 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer a última hora de la tarde se inauguró oficialmente la cúpula que pintó el joven artista multidisciplinar David Catá en la iglesia de Vieiro. Era un día esperado y no defraudó, en absoluto.

El joven artista invirtió más de un año y medio en culminar esta pintura, que sufragó Antonio Abril Abadín, viveirense, secretario general de Inditex, también presente ayer.

La inauguración contó con la presencia del obispo, Luis Ángel de las Heras, que ofició la misa y de otras autoridades (Jesús Fernández y J. Cal, por parte del concello). El propio David Catá explicó a los asistentes, que fueron muchos, su obra, su diseño, que nombró «Cúpula Pulcra ut Luna» (Hermosa como la Luna). Se ve a la Virgen María en el momento de su coronación en un cielo estrellado, en toda la inmensidad del Universo.

El objetivo de David Catá con la cúpula ha sido «convertir la iglesia de Vieiro en un referente artístico y cultural». La obra, que consiste en una pintura al óleo de 50 metros cuadrados, es una realidad; fueron muchas las personas que en las últimas semanas se acercaron a ver la cúpula.

David Catá agradeció la generosidad de Antonio Abril Abadín, «hijo de Justa Abadín García; es un filántropo de Viveiro, nieto de Vicente Abadín García, un indiano que tras hacer fortuna en Cuba a principios del siglo XX, realizó también obras en beneficio de Viveiro y de las parroquias de Galdo y Vieiro». Catá también destacó el apoyo del párroco, Luis Piñeiro, a esta obra.

Tras los discursos, el Conservatorio de Música de Viveiro estrenó dos piezas del propio Catá, «O misterio» y «Bágoa do ar», compuestas para este acto.

Numerosos asistentes presenciaron el concierto del coro y del grupo del Conservatorio y luego elogiaron la cúpula de David Catá: la Virgen acompañada por dos ángeles, mirando al frente, limpia, serena; mirada que parece querer conectar y dirigir con cada una de las personas que la observan. Completa la cúpula un cielo estrellado, inmenso, en diversos tonos de azul, que invitan a la reflexión. También a una gran serenidad. El fondo de la obra descubre la inmensidad del Universo. El joven artista recibió numerosos elogios.