Viveiro debatirá en pleno la idea del puente en la ría, sin descartar la consulta popular

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PEPA LOSADA

La alcaldesa llama a «actuar bien, no por impulsos ni por intereses políticos»

13 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Escepticismo, incredulidad y división de opiniones describen la reacciones en Viveiro ante la idea de un puente de unos 1.700 metros de longitud en plena ría, de Celeiro a Escourido, desde donde enlazaría con la LU-540, que conduce a la A-8 y la A-6. Sin aportar más información que un croquis, la Xunta licita el estudio informativo y de impacto ambiental, y un prediseño de ese tramo de la vía de alta capacidad San Cibrao-Ferrol. Si bien hace dos semanas los tres concejales no adscritos prefirieron esperar a disponer de más datos para opinar, ahora rechazan la «aberración» del viaducto. La alcaldesa y líder del partido más votado en Viveiro insiste en apelar a la «responsabilidad, a actuar bien, no por impulsos ni por intereses políticos».

Con todo, la regidora socialista María Loureiro acepta la petición de Bernardo Fraga y los otros dos ediles que marcharon del BNG. Por tanto, el pleno municipal debatirá la posición institucional de Viveiro sobre la apuesta de la Xunta por el puente que atravesaría la ría. Eso sin descartar la convocatoria de una consulta popular, «si hace falta, porque estamos ante algo que condiciona el futuro de Viveiro».

«No tenemos nada»

«Como gobierno municipal ya nos hemos pronunciado cuando dijimos que debemos esperar a disponer de más información, pero seguimos sin nada que nos permita posicionarnos con argumentos», recalca la alcaldesa. Después de las dos veces en las que hablado del puente con la conselleira de Infraestruturas, «todo lo que nos han dado lo hemos entregado a los portavoces municipales, pero nuestra postura como gobierno solo puede ser de responsabilidad, es un tema en el que hemos de buscar el consenso, dejar los intereses políticos a un lado y escuchar a los técnicos, al sector empresarial, a los vecinos... a todo el mundo».

Aparte de constatar la «incredulidad» de la sociedad viveirense ante la última idea de la Xunta para una variante que Viveiro espera desde hace diecisiete años, María Loureiro también ha comprobado «que hay vecinos, empresarios y técnicos a favor y en contra». Sin embargo, «para definir una opinión institucional y para la consulta popular, si fuese necesaria, es imprescindible poder explicar cómo va el puente, sus características, las expropiaciones, el presupuesto, los plazos, el trazado del enlace con la LU-540... Y de momento no tenemos nada».

Los ediles no adscritos pretenden que la Xunta renuncie a continuar con el viaducto que ellos rechazan

Los tres concejales no adscritos tras irse del BNG registraron ayer la petición del pleno extraordinario, que aceptan convocar los ocho ediles del PSOE que gobiernan Viveiro. Bernardo Fraga, Manuel Galdo y Óscar Lara proponen a los otros catorce concejales que rechacen el puente en la ría, «brillante idea» que, insisten «non conta con ningún tipo de consenso», al contrario que el trazado de la variante que el bipartito PSOE-BNG no licitó entre el 2005 y el 2009. Después, en el 2013, el PP aprobó uno de los cinco proyectos barajados, pese al rechazo del Concello y de parte del vecindario viveirense.

Además de que llega tras «17 anos de promesas, enganos e prazos de execución falsos», los no adscritos Fraga, Galdo y Lara alertan del «desastroso impacto ambiental» de un viaducto que consideran «un novo golpe e erro histórico para Viveiro».

Como reivindican «infraestruturas de calidade, unha variante que reduza o impacto do tráfico pesado polo centro e facilite a conexión coa A-8, a A-6 e co Ortegal e Ferrolterra», pretenden que el pleno emplace a la Xunta a renunciar a seguir con el viaducto y, por tanto, a retirar la licitación del impacto. Como alternativa, sugieren que Viveiro y Xunta consensúen una propuesta de variante «definitiva e unánime».