Documentos oficiales revelan detalles del puente en la ría de Viveiro y del enlace con la LU-540
VIVEIRO

Costarían cien millones, 65 el tramo que incluye el viaducto de 1.700 metros y 35 los cinco kilómetros de la conexión hacia el interior, que discurriría por Covas y Vieiro y acabaría en Magazos
16 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Tras descartar la variante que eligió en el 2010 y aprobó en el 2013, pese al rechazo del Concello, de la Diputación y de vecinos, la Xunta ratifica su apuesta por trazar la circunvalación de Viveiro sobre un puente que cruzaría la ría y, desde ahí, sobre una carretera hacia la LU-540, que conduce a la A-8 y la A-6. Cuando está en licitación el estudio de impacto ambiental del viaducto y el del vial de conexión con la LU-540, fuentes de la Consellería de Infraestruturas apuntan que la variante que ahora proponen para Viveiro costaría unos cien millones de euros.
Alrededor de 65 millones serían para el puente que cruzaría la ría y unos 35 para la carretera convencional que comunicaría ese tramo de la Vía de Alta Capacidad Costa Norte con la LU-540.
Un estudio previo de alternativas para la variante de Viveiro al que ha tenido acceso La Voz desvela detalles. De unos 1.700 metros de longitud y con 17 pilares, el viaducto partiría de Celeiro y remataría en la recta de Escourido. La separación entre los siete pilares centrales sería de 150 metros; y, ambos lados, de 100 entre los dos siguientes, de 70 entre otros cinco y de 40 y 35 metros en los más próximas a tierra. La plataforma del puente mediría 13,5 metros de ancho y contaría con dos carriles de 3,5 metros de ancho, dos arcenes de 1,5 y una acera de 2,5 metros, separada de la calzada por una barrera y del vacío por una barandilla.
Sería la parte del corredor que empezaría en Area, en el final del único tramo de la vía capacidad construido en A Mariña, y discurriría por la parte superior de la actual LU-862, hacia el monte. Poco antes de la curva de Casanova, aproximadamente a la altura de la pista de Alboi, se metería hacia la costa. Pasaría por detrás de las viviendas de A Atalaia, en Celeiro, y se adentraría en la ría por la parte exterior del espaldón del muelle norte de Celeiro. Remataría pasada la mitad de la recta de Escourido, en dirección a O Vicedo, antes de la ensenada de San Juan.
Otro vial lo conectaría con la LU-540 por Covas, Vieiro y Magazos
Del mismo modo que el trazado del puente sobre la ría de Viveiro parece definido, a la espera del estudio informativo y de impacto ambiental, desde la Consellería de Infraestruturas sostienen que el de la carretera convencional que lo enlazaría con la LU-540 aún está por determinar.
Documentos a los que ha tenido acceso La Voz revelan que en el estudio previo se barajaron dos opciones. Fuentes de Infraestruturas aseguran que una de ellas ya ha sido definitivamente descartada. Aunque inicialmente sería la que cuenta con más posibilidades para servir de base al proyecto, el trazado de la otra podría variar, dependiendo del estudio informativo y de impacto ambiental, así como del prediseño básico que ahora licita la Xunta.
La propuesta que en estos momentos se plantea como la de menor impacto en el territorio mediría unos cinco kilómetros. Comenzaría en la rotonda que se construiría en el extremo del puente que remataría en la recta de Escourido. Desde ahí, cruzaría la vía del tren y se adentraría en el monte, por detrás de las zonas habitadas de la parte occidental de Covas, con una intersección en la carretera provincial que va desde la rotonda de As Sirenas a Riobarba. Aproximadamente a ochocientos metros del punto de partida se construiría un viaducto de unos 215 metros de longitud por donde baja el río Loiba. Más adelante, a la altura del kilómetro 1,75, se levantaría otro puente, de unos 50 metros de largo. Alrededor del punto kilométrico 2,3 se erigiría otro viaducto, de unos 360 metros de longitud, por el río Pedreira.
El enlace de la vía de alta capacidad con la LU-540 proseguiría por los montes traseros de O Pombal y descendería hacia la parte baja de Vieiro, donde se levantaría otro puente de unos 260 metros de largo que remataría en el kilómetro 3,8. La carretera continuaría hacia el Landro y, a la altura del punto kilométrico 4,5, lo cruzaría con un viaducto de 485 metros de longitud. Conectaría con la LU-540 en Magazos, en el entorno de la nave de Publilar, en la parte que da al centro de Viveiro.
Otra alternativa que se analizará en el estudio informativo y de impacto ambiental sería comunicar la vía de alta capacidad con la LU-540 desde Celeiro, por una carretera convencional y, por tanto como menor impacto y menor afectación al territorio, que podría seguir un tramo de la variante que aprobó la Xunta en el 2013. Aunque su trazado está por definir, partiría desde la LU-862 y, por el monte, iría por la parte alta de Celeiro y de Viveiro, con un enlace con la LU-540 por definir.
La opción descartada por su elevada afección y por su impacto seguiría parte de la vía del tren desde Covas hasta la LU-540.
El Concello debatirá en pleno una idea que genera división de opiniones e incredulidad social
La apuesta de la Xunta por el puente sobre la ría y por el enlace con LU-540 es tan firme que ya licita el estudio informativo y el de impacto ambiental, así como el prediseño básico. Es un paso más en un proceso iniciado en enero del año pasado, cuando el presidente del Gobierno gallego anunció en Xove un trazado alternativo para dotar a Viveiro de la circunvalación anunciada hace 17 años. Documentos a los que ha tenido acceso La Voz indican que en junio del año pasado la Consellería de Infraestruturas ya contaba con el estudio previo del viaducto y de dos opciones para la conexión con la LU-540.
La idea de un puente en la ría ha suscitado un amplio debate en Viveiro. Después de años escuchando promesas y plazos incumplidos sobre la circunvalación que eliminaría el tráfico de paso del centro de la localidad más poblada de A Mariña, la sexta propuesta de la Xunta ha sido recibida con incredulidad y escepticismo. Pese a la coincidencia en que Viveiro necesita cuanto antes una variante y mejores comunicaciones con el exterior, el viaducto genera división de opiniones. A favor están quienes lo ven como una apuesta de futuro y en contra quienes censuran su impacto ambiental y estético.
En el ámbito político municipal, solo se han pronunciado tres concejales que plantaron al BNG y, como no adscritos, son el tercer grupo de la corporación municipal. Califican el puente de «aberración», proponen al pleno que lo rechace y plantee otras alternativas para la variante. Sin ediles, el Bloque se reivindica como tercer grupo más votado y dice que no opinará hasta que la Xunta concrete su propuesta. Con ocho de los diecisiete concejales, el gobierno socialista anunció que se debatirá en pleno.