Cada invierno se suceden las quejas por los socavones en un espacio verde reconvertido en aparcamiento
07 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Plagado de socavones aparece cada invierno un espacio público de Viveiro que ya se conoce como el «territorio fochancas». Paralelo a la llamada variante, con vistas al interior de la ría, es el frontal de un bloque de edificios de la avenida de Ferrol en cuyos bajos y entresuelos funcionan diferentes negocios. Cada año se suceden las quejas porque resulta intransitable para vehículos y peatones. Nadie está contento con una zona que iba para jardín y acabó en una caricatura de calle y aparcamiento.
Comunidades de vecinos y empresarios reiteran sus quejas por el «lamentable estado» del área frontal a los inmuebles comprendidos entre los números 35 y 41 de la avenida de Ferrol. Recuerdan que en el 2010 una promotora anunciaba los edificios con «una zona exterior ajardinada, sin vehículos y sin proyecto de vial». Al año siguiente era un prado con algunos árboles, pero sin mobiliario y sin urbanizar. Ya no quedaba ni rastro de la hierba en el 2014: se construyeron aceras y se convirtió en una calle asfaltada y en aparcamiento. Mantiene esos usos, pero un puzle de cráteres la confirma todos los inviernos como «territorio fochancas».
Días atrás la alcaldesa de Viveiro reconocía como «muy necesaria la solución definitiva al problema». Admitía «que la posible solución que hemos encontrado» se demorará porque el Concello debe conciliar las indicaciones de Costas (titular del terreno) con la licencia de los edificios (cuyos promotores se comprometieron a urbanizar ese espacio) y, al mismo tiempo, adaptarse al contexto urbanístico actual.
Distintas fuentes ratifican lo que apuntan los vecinos: el Concello permitió construir los edificios a promotores que debían dedicar la explanada a zona verde dotacional. Preveían una calle por el extremo oeste, perpendicular a la variante, que continuaba paralela a la fachada posterior de los inmuebles. En el 2012 el Concello solicitó a Costas la concesión de los terrenos para destinarlos a zona ajardinada de uso peatonal, según varios vecinos. Según fuentes municipales, la norma urbanística viveirense trazaba una calle paralela a los edificios y a la variante.
Siete años después, no queda ni rastro de verde, y el vial y el aparcamientos son en realidad el «territorio fochancas». ¿Cómo acabará? Fuentes oficiales ratifican que Costas se inclina por prescindir de la calle y del aparcamiento, ateniéndose al proyecto inicial. Avalado por un informe topográfico realizado por la Diputación de Lugo, el Concello trataría de combinar el espacio ajardinado y peatonal con un vial de paso de vehículos. Públicamente nada ha trascendido de la idea de los promotores de los edificios, cuyas obligaciones y derechos documentan las licencias.