En memoria de los cientos de muertos en aquella noche de galerna en Viveiro

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PEPA LOSADA

Armada, Concello y Liga Naval conmemoran la tragedia de la Madgalena y el Palomo

03 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Aquella noche del 2 de noviembre de 1810 un temporal acabó con parte de las embarcaciones que quedaban de la Expedición Cántabra. Enviadas por la Regencia de Cádiz al norte para combatir a Napoleón Bonaparte, habían reconquistado Gijón, pero tropas francesas las obligaron a replegarse en Santoña. Amenazadas por los galos y por el mal tiempo, se dispersaron. Reagrupadas al abrigo de la ría de Viveiro, una galerna las destrozó tal día como hoy, 209 años atrás. Naufragaron la fragata Magdalena y el bergantín Palomo, en una tragedia en la que hasta ahora se creía que habían perecido unos 550 hombres, aunque nuevas investigaciones hispano-británicas apuntan a más barcos grandes destruidos y elevan las víctimas a unas 800, según el arqueólogo submarino e investigador Antón López, de la Federación Española de Actividades Subacuáticas.

En memoria de los cientos de personas cuyos cadáveres esparció el temporal por la ría viveirense, este 3 de noviembre se celebran en Viveiro actos religiosos y militares. Organizados por la Real Liga Naval Española y por el Concello de Viveiro, en colaboración con la Armada española, comienzan a mediodía con una misa en la iglesia de Covas, cantada por Sons de Celeiro. A continuación, en un acto que incluye el disparo de salvas de ordenanza por la dotación del remolcador militar Mahón, está previsto depositar una corona de laurel en el monumento que recuerda el naufragio en la playa de Covas.

Visitas al Mahón

Atracado en Celeiro, el remolcador de altura Mahón, de 41 metros de eslora, puede visitarse este domingo por la tarde, desde las 15.30 a las 18.00 horas. El acceso es libre y gratuito.