Misa, salvas de ordenanza y una corona de laurel precedieron a las visitas al Mahón
04 nov 2019 . Actualizado a las 13:13 h.El Concello de Viveiro, la Real Liga Naval Española y la Armada rindieron este domingo honores a los cientos de náufragos de la galerna de 1810, cuando perecieron en la ría viveirense casi todos los tripulantes de la fragata Magdalena y del bergantín Palomo, dos de las embarcaciones de la Escuadra Cántabra.
En plena Guerra de la Independencia, la Regencia de Cádiz había formado una escuadra hispano-británica para combatir a Napoleón Bonaparte. Con otros barcos, la Magdalena y el Palomo se habían guarecido en la ría viveirense tras verse obligadas a replegarse. La galerna de la noche del 2 de noviembre los echó a pique, sembrando la ría viveirense de cientos de cadáveres, 550 según las crónicas y alrededor de 800 según investigaciones españolas e inglesas en las que participa Antón López, arqueólogo subacuático e investigador.
En memoria de todos ellos, en recuerdo de uno de los naufragios con más víctimas de la historia naval española, este domingo a mediodía se celebró en la iglesia de Covas cantada por Sons de Celeiro. A continuación, en un acto que incluyó el disparo de salvas de ordenanza por la dotación del remolcador militar Mahón y en el que participó la Banda Naval de Cornetas y Tambores de Viveiro, se depositó una corona de laurel en el monumento que recuerda la tragedia en la playa de Covas. Asistieron autoridades militares y civiles, como el teniente de alcalde de Viveiro, Jesús Fernández Fernández.
Ya por la tarde, la Armada abrió las puertas del remolcador de altura Mahón, de 41 metros de eslora. Personas de distintas edades lo visitaron desde las 15.30 a las 18.00 horas, recibiendo explicaciones de los militares que lo tripulan.