Mientras, Vestas y el Gobierno se suman hoy a la mesa industrial
05 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El director general de Industria, Galo Gutiérrez, y representantes de Vestas participan hoy (16 horas, Santiago) en la mesa industrial por el futuro de la planta de Chavín. Gobierno y compañía se sumarán así a Xunta y comité, que acordaron crear un marco de negociación multilateral para buscar alternativas al anunciado cierre de la fábrica. Una hora antes habrá una marcha por el empleo desde As Candelas hasta San Caetano. El encuentro entre las partes se celebrará en la víspera de la reanudación del período de consultas del ERE extintivo (11 horas, Las Sirenas).
El presidente del comité, David Mariño, valoró que la mesa «será máis funcional cando están todos os que teñen que estar». Sobre la cita, el representante de los trabajadores afirmó que «esperamos que as Administracións poñan algo sobre a mesa», y manifestó que «será tamén un bo momento para ver a actitude da compañía. Temos o exemplo malo de Gamesa, que dixo que non a todas as ofertas que se lle propuxeron», apuntó.
El sindicalista asegura desconocer «quen acudirá» por parte de Vestas «e con que postura». El personal «non ten outra posición máis» que reclamar «unha alternativa» al cese de la actividad. Los sindicatos estudian por ahora la «extensa» documentación presentada por Vestas durante las consultas para justificar el ERE. En los próximos días se reunirán con dos diputados del Congreso, Jaime de Olano (PP) y Néstor Rego (BNG).
Mientras tanto, continúa el viaje en bicicleta de Álex Paleo, ex ciclista profesional y trabajador de Vestas, para entregar una carta a los directivos de la multinacional, en Dinamarca. En la etapa de ayer partía desde Lugones (Oviedo) después de recorrer 220 kilómetros y al cierre de esta información se acercaba a Santander. Desde allí partirá hoy hacia San Sebastián. Su recorrido puede seguirse en el Facebook Pedaleo X el Empleo.
Le acompañan, atentos desde la caravana, Breixo Buján y Guille Barreiro, también obreros de Vestas. «Xa houbo quen nos recoñeceu polo camiño», indica el primero, que empezó en la fábrica al acabar el instituto y hoy tiene 35 años. «Xogámonos moito nesta loita porque non hai moitas alternativas de emprego, coa situación na que está Alcoa, e gustaríanos non emigrar e morrer onde nacimos», asegura.