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«Viveiro vuelve a tener mercado, ¡qué alegría!»

Lucía Rey
Lucía Rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

El mercado ambulante de Viveiro recuperó este domingo prácticamente la normalidad tras 20 meses de pandemia
El mercado ambulante de Viveiro recuperó este domingo prácticamente la normalidad tras 20 meses de pandemia Xaime Ramallal

Vendedores ambulantes y clientes llenaron este domingo la explanada de la variante en un mercado que recuperó el 100% de los puestos

21 nov 2021 . Actualizado a las 19:20 h.

Aunque las mascarillas para protegerse contra el covid continúan cubriendo la mayor parte de los rostros incluso al aire libre, las expresiones de alegría eran fáciles de percibir en el mercado ambulante de Viveiro, que este domingo recuperó el 100% de los puestos tras veinte meses de pandemia. «Al estar todos los puestos baja más gente, porque cuando solo hay cuatro dice: 'No hay nada', y ya no baja», explicaba Ezequiel Manzano, viveirense de 25 años que desde los 18 vende ropa interior, como calcetines y bragas, en Viveiro, Foz, Xove, San Cibrao, Cariño o Ferreira do Valadouro. «Hai que traballar!», sonrió. Después de tres meses en los que no pudieron trabajar porque no había mercados, volver a arrancar costó. «El mercado de Viveiro bajó mucho por el virus. Esperemos que no recaigamos otra vez como está pasando en el extranjero, más vale prevenir», advirtió. 

Ezequiel Manzano, autónomo viveirense de 25 años, confía en que «no recaigamos» por el covid para no tener volver a las restricciones que en el 2020 tuvieron a los vendedores ambulantes tres meses sin trabajar por la prohibición de los mercados
Ezequiel Manzano, autónomo viveirense de 25 años, confía en que «no recaigamos» por el covid para no tener volver a las restricciones que en el 2020 tuvieron a los vendedores ambulantes tres meses sin trabajar por la prohibición de los mercados XAIME F. RAMALLAL

El focense Rachid Housni, que nació en Marruecos, vende ropa de mujer en mercados de Viveiro, Foz, Burela, San Cibrao o Vegadeo desde hace 25 años
El focense Rachid Housni, que nació en Marruecos, vende ropa de mujer en mercados de Viveiro, Foz, Burela, San Cibrao o Vegadeo desde hace 25 años XAIME F. RAMALLAL

Cerca de él, Rachid Housni, de 45 años, recordaba los peores tiempos de una pandemia que en marzo del 2020 puso patas arriba a la sociedad y a la economía, y que todavía genera incertidumbre y desconfianza. «Lo hemos pasado muy mal. Alguna gente me dice: 'Es la primera vez que vengo al mercado en dos años porque me daba miedo'», confiesa este focense de origen marroquí que es autónomo desde hace 25 años. Vende ropa de mujer. «Al llenarse más el mercado hay más ambiente y más vida», explicaba con esperanza. Lamenta que el de Burela, que antes del coronavirus era de los más fuertes de A Mariña, se haya quedado «desierto» debido al cambio de ubicación. «Donde está ahora no va nadie», lamenta. 

El burelense Francisco Salazar resalta que tener una tienda física (Zapaco, en Burela), además del puesto ambulante que instala en las ferias, le ha ayudado a sobrellevar el parón por la pandemia
El burelense Francisco Salazar resalta que tener una tienda física (Zapaco, en Burela), además del puesto ambulante que instala en las ferias, le ha ayudado a sobrellevar el parón por la pandemia Xaime Ramallal

Cobrar el cese de actividad y poder aplazar el pago de hipotecas ha ayudado a sobrevivir en este tiempo a Francisco Salazar, burelense con una tienda de calzado ambulante y otra física (Zapaco, en Burela). «Al haber más puestos, se atrae más a la gente», indicó ante el mostrador en el que ofrecía pares de zapatos, zapatillas, botas y botines por entre 15 y 30 euros. 

Antonio Casal, que lleva 24 años vendiendo ropa laboral, cree que el mercado de Viveiro sería más potente si tuviese una ubicación más céntrica (muelle o Lodeiro) y se fusionase con el mercado de comida (frutas, verduras, carne...) de los jueves
Antonio Casal, que lleva 24 años vendiendo ropa laboral, cree que el mercado de Viveiro sería más potente si tuviese una ubicación más céntrica (muelle o Lodeiro) y se fusionase con el mercado de comida (frutas, verduras, carne...) de los jueves Xaime Ramallal

Veinticuatro años vendiendo ropa de trabajo lleva el viveirense Antonio Casal, que considera que el mercado de Viveiro podría ser bastante más potente. «Estamos muy mal situados. La explanada es buena pero no hay nada. Llevamos años demandando una situación más céntrica. Necesitamos proximidad porque en esta zona solo hay un bar», indicó el hombre. A su juicio, el aparcamiento del muelle o la zona de Lodeiro podrían ser buenas ubicaciones. En ese sentido, alabó la iniciativa del comercio de Ribadeo de abrir los domingos de mercado. «Está de bote en bote porque el mercado tiene que estar en el centro», comentó, antes de proponer que sería fructífero unir los mercados de comida que se celebran los jueves, y los ropa, calzado y otros enseres, que tienen lugar el día 1 y tercer domingo de cada mes, al igual que hacen en lugares como Parga (Guitiriz). También sería bueno, señala, animar a instalarse a churreros o pulpeiros. «A Parga van hasta buses de Ferrol y A Coruña por el pedazo de mercado que hay», apuntó. 

Alejandro Benaches destaca que la clientela ha sido fiel pese a que el sistema de turnos hacía que, hasta este domingo, para mantener las distancias de seguridad por el covid, los puestos solo pudiesen instalarse cada tres ferias
Alejandro Benaches destaca que la clientela ha sido fiel pese a que el sistema de turnos hacía que, hasta este domingo, para mantener las distancias de seguridad por el covid, los puestos solo pudiesen instalarse cada tres ferias Xaime Ramallal

Alejandro Benaches, de Viveiro, y responsable de un puesto de toallas y ropa de casa desde el 2015, espera recuperar el ritmo de trabajo de antaño. «A nosotros nos va muy bien porque la gente nos conoce, pero la clientela se quejaba de que había pocos puestos», indicó el comerciante. 

«Sobre as doce e pico hai máis xente aínda», informaban Maricarmen, Jesús, Ana y Toñita, un grupo de amigos que vive en la zona y que tiene por costumbre bajar a dar una vuelta al mercado. «Aínda que sexa por dar un paseo sen comprar nada», sonreían. «Vivo aquí ó lado, e esta mañá cando abrín a persiana e vin todos os postos que había dixen: «Viveiro volve ter 'Corte Inglés', qué alegría!», exclamó una de las mujeres.