«Tengo 91 años y cuando estoy en Viveiro me baño a diario en la playa de Area»

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

Pepe de Carlos, madrileño de 91 años que veranea en Viveiro desde 1944, anima a mariñanos y visitantes a disfrutar todo lo posible del mar. «¡Tenéis un lujo!», destaca
Pepe de Carlos, madrileño de 91 años que veranea en Viveiro desde 1944, anima a mariñanos y visitantes a disfrutar todo lo posible del mar. «¡Tenéis un lujo!», destaca lucia rey

El empresario Pepe de Carlos destaca que el mar mejora la salud y el ánimo

10 sep 2022 . Actualizado a las 22:00 h.

Madrileño de nacimiento, pero viveirense de pro de adopción y de devoción, el empresario Pepe de Carlos Grau se confiesa enamorado de la ciudad del Landro y, especialmente, de la salud que le aporta su mar. «Tengo 91 años cumplidos el 5 de agosto aquí y cuando estoy en Viveiro me baño a diario en la playa de Area. ¡No fallo!», sonríe con una salud envidiable el mayor de los tres hijos que tuvo Luis de Carlos Ortiz (1907-1994), que fue presidente del Real Madrid de fútbol, y cuya familia está estrechamente vinculada al municipio desde hace cerca de ochenta años. Como cada verano, en este 2022 Pepe de Carlos no faltó a su cita vacacional en Viveiro, donde ha tenido la ocasión de disfrutar al máximo de las aguas del Cantábrico con la idea de prevenir catarros y gripes, pero también de tener un estado de ánimo óptimo que genera admiración.

«El mar me sienta tan bien que aunque algunos días el agua esté más fresquita me baño igual. Lo hago siempre convencido. Además, aunque llueva, siempre va a haber un momento en el que se abra un claro y salga el sol», comenta un hombre que fue vicepresidente de la asociación española de fabricantes de cerámica y que en la primavera del 2020 superó el coronavirus en la primera oleada de la pandemia. «Gracias a Dios no llegué a ingresar porque han muerto muchos amigos», comentó en una entrevista concedida a La Voz en agosto de ese año, y en la que repasó su apasionante vida.

Desde el año 1944

Entre otros, cómo su familia llegó por primera vez a Viveiro en 1944. «Y ya nos hemos quedado. La playa de Covas era fantástica, veía a las mujeres cogiendo navajas y era impresionante. Acostumbrado a playas con mucha gente, encontrar playas con tan poca gente decías: ‘¿Pero esto qué es?’. Tenéis un auténtico lujo, vivís en un paraíso y me sorprende que a la playa venga poca gente. Y de la que viene, la mayoría está en la arena tomando el sol pero poca bañándose con lo bueno que es para la salud», agregó De Carlos minutos antes de adentrarse una vez más en el mar Cantábrico en Area.

«Me sorprende que mucha gente de aquí le dé la espalda a la playa porque no se da cuenta de que la riqueza que supone para la salud. El baño del mar me sienta formidable para comer, para dormir, para vivir...», Pepe de Carlos Grau, empresario madrileño jubilado

«La gente no conoce las Rías Altas porque cuando viene se enamora. En cualquier chiringuito que tomes cualquier cosa es fantástica», reflexiona, y está convencido de que su familia continuará la tradición:«Todos los años mis hijos vienen aquí aunque sea unos días. La juventud la pasaron aquí y todos sus recuerdos y sus amigos están aquí, y eso es muy bonito».