Participaron María Loureiro, regidora de Viveiro; Begoña Caínzos, de la Policía Nacional; la docente Helena Pérez y la ejecutiva Verónica Teijeiro
11 mar 2023 . Actualizado a las 12:15 h.La Voz de Galicia, en colaboración con el Concello de Viveiro, reunió en su delegación con motivo del 8-M, a cuatro mujeres que ocupan puestos de relevancia en distintos ámbitos para cambiar impresiones sobre la situación de la mujer. Participaron en el debate María Loureiro, alcaldesa de Viveiro y diputada de Muller e Igualdade en el gobierno provincial; María Begoña Caínzos, inspectora jefa de la Comisaría de Viveiro; Helena Pérez, directora del Instituto de Educación Secundaria (IES) María Sarmiento, de la Ciudad del Landro; y Verónica Teijeiro, responsable del área de Innovación en Executivas de Galicia.
Así, el coloquio contó con voces destacadas procedentes de distintos ámbitos profesionales, que trataron temáticas esenciales en lo relativo a la igualdad. Teijeiro habló de su experiencia en el sector empresarial; Loureiro aportó su visión desde la política y la gestión pública; Pérez abordó una cuestión central como es la educación, aportando su conocimiento sobre las nuevas generaciones y sus perspectivas y comportamientos; y Caínzos expuso tanto sus vivencias como dirigente en un cuerpo policial como sus conclusiones sobre la delincuencia, enfocando sus intervenciones en la lacra de la violencia de género.
Fue un debate ameno y enriquecedor que se extendió durante una hora y media, en el que las propias participantes, cuatro mujeres relevantes en A Mariña Lucense, compartieron sus experiencias no solo desde el ámbito profesional sino también desde el personal.
El Foro de Debate celebrado por La Voz con motivo del 8-M es una cita habitual en A Mariña desde hace años. La intención es reunir a varias mujeres relevantes en la comarca, referentes desde una diversidad de ámbitos profesionales, con la intención de reflexionar sobre lo conseguido y sobre las principales materias pendientes a la hora de conseguir una igualdad efectiva.
Begoña Caínzos, inspectora jefa de la comisaría de Viveiro: «La sociedad camina hacia la tolerancia cero con la violencia de género, víctimas y testigos denuncian»
María Begoña Caínzos Piñeiro es desde principios de este año la inspectora jefa de la Comisaría de Viveiro. De 42 años, es natural de A Coruña aunque procede de Barcelona. Es la primera mujer en ocupar ese cargo.
Aunque admitió que los hombres son todavía mayoría en la Policía Nacional, matizó que «cada vez hay más mujeres, especialmente en puestos de mando, e incluso en el caso del puesto de inspector el porcentaje cada vez se acerca más a una paridad. La clave no está en igualar, sino que cada persona pueda elegir su camino y su profesión independientemente de su sexo», indicó.
Preguntada por su experiencia dentro del Cuerpo Nacional de Policía, explicó que «no noté diferencias por ser mujer. Lo vivo con una naturalidad total. Valoro a las personas por su efectividad, que es lo que quiere el ciudadano», resumió. Al ser funcionarias públicas, indicó Caínzos, «nosotras no sufrimos posibles brechas en lo
Caínzos se refirió durante el debate a la violencia machista, cuestión central en la labor de la Policía Nacional. «Encontramos casos de malos tratos, como en toda España, aunque diría que se trata de un sitio tranquilo. Quizás pueda parecer que hay muchas incidencias de violencia de género al ser el nivel de delincuencia tan bajo en otros ámbitos», precisó.
En lo relativo al perfil de los delincuentes, la dirigente de la Policía Nacional señaló que la reincidencia y los quebrantamientos de condena son habituales. «Compete a otra institución abordar la reeducación o no de los reincidentes, pero notamos esto. No es que haya más maltratadores o que la violencia de género sea un asunto de las generaciones de ahora», aclaró. En cuanto a las víctimas, remarcó que cada vez la dependencia económica del cónyuge es menos una barrera para denunciar, pero llamó a la cautela sobre la vulnerabilidad potencial de las mujeres: «Tenemos denunciantes pudientes», recalcó.
La violencia de género, recordó, abarca «desde una paliza o asesinato hasta vigilar el móvil».
Caínzos valoró que, en cuanto a la concienciación sobre este tema, «la tolerancia de la sociedad es casi cero. Hemos evolucionado mucho, cosas que a mujeres de antaño les parecían normales, ahora vienen a nuestras dependencias a solicitar nuestra intervención. Los vecinos no se implicaban y ahora tienen una sensibilidad mayor, nos llaman ante cualquier incidencia. No es que haya más delitos de violencia de género, es que ahora los toleramos menos y trascienden más a la opinión pública», argumentó.
María Loureiro, alcaldesa de Viveiro: «La conciliación es un problema que afecta sobre todo a las mujeres y desde el Concello intentamos ayudar»
Con 32 años, en el 2013, María Loureiro sucedió al fallecido Melchor Roel como alcalde de Viveiro, cargo que refrendaría en las elecciones municipales de 2015 y 2019. Asegura que entonces escuchó «alguna frase» discriminatoria, aunque la relaciona «más con la edad que tenía, ya que hay gente que me veía demasiado joven, que con el hecho de ser mujer».
Loureiro es también, en el actual mandato, la responsable de Muller e Igualdade en el gobierno de la Diputación de Lugo.
«En la política se avanzó muchísimo, quizá es el campo de la sociedad en el que más se mejoró», resaltó. «Tenemos cada vez más alcaldesas y concejalas, diputadas… Se progresó mucho con determinadas leyes», ahondó. En este sentido, se refirió durante el debate a la anunciada Ley de Paridad que quiere impulsar su formación política, el partido socialista, y cuyo anteproyecto aprobó recientemente el Consejo de Ministros. «Yo creo que puede ser buena. Hay quien dice que se trata de una imposición pero no es tanto eso como una forma de ayudar, de empujar a los cambios sociales», argumentó.
Sobre la gestión pública, enfatizó en la necesidad de medidas de conciliación. «Desde mi punto de vista, conciliar es complicado, incluso con un compañero que se corresponsabiliza de la crianza y la ayuda de los abuelos. Creo que algunos compañeros llevan el trabajo de regidor con más tranquilidad», aseveró. «Cuando una mujer teletrabaja es muy raro que no esté, a la vez que trabajando, teniendo un ojo en la olla al fuego», puso a modo de ejemplo.
«Por eso», señaló, «intentamos ayudar desde el gobierno local con una ludoteca veraniega infantil, por ejemplo, desde las ocho de la mañana. Todo es poco para las familias, ojalá tuviéramos medios para hacer mucho más, pero desde el Concello intentamos hacer todo lo que podemos», insistió.
¿Una mujer gobierna de forma distinta a un hombre? ¿Por el hecho de ser mujer, tiene una sensibilidad diferente en política? «Pienso que somos más pragmáticas y nos fijamos en algunos detalles, vivimos algunos problemas y los entendemos mejor», indicó.
También resaltó que el Concello trabaja con los centros educativos en talleres de educación sexual, o impulsa ciclos sobre mujeres referentes, como el dedicado a la artista viveirense Maruja Mallo, que «a nivel social fue una revolucionaria».
Verónica Teijeiro, directiva de Executivas de Galicia: «Con la maternidad se nos empuja a renunciar a algo: hijos o promoción laboral»
«Si me preguntan si he sufrido discriminación por ser mujer, diría que no la he sufrido. ¿Qué nos penaliza a las mujeres? La maternidad. Se pretende que trabajemos como si no tuviésemos hijos y que tengamos hijos como si no trabajásemos. Supone ni siquiera elegir, sino renunciar a algo: o a la promoción profesional o a estar con los hijos». Así se expresó Verónica Teijeiro, responsable de Innovación de Executivas de Galicia, sobre el dilema que sufren muchas mujeres en lo referente a compaginar la familia y el trabajo.
«En la época en la que fui madre había cuatro meses de baja por maternidad, cuando te dicen que la lactancia materna debiera ser durante al menos seis. Ahí algo falla», añadió Teijeiro, que quiso poner sobre la mesa que «es necesario abordar plazas de guardería, horarios... Los abuelos no deben ser los sustitutos de los padres», juzgó.
En este sentido, hizo hincapié en que las Administraciones deben implicarse más a la hora de facilitar la conciliación, ya que «actualmente toda la carga es para las empresas, y no es justo. El 94 % de las empresas gallegas son pymes», juzgó.
Teijeiro resaltó también la necesidad de que las jóvenes tengan referentes cercanos. «Una catedrática, si habla en un instituto, eso el alumnado lo naturaliza. Y piensa que no hay nada que impida llegar hasta ahí por ser una mujer. Nosotros somos quienes condicionamos a los niños, que son como esponjas», expuso.
Uno de los temas debatidos durante el coloquio fue la brecha salarial entre hombres y mujeres. «Es muy difícil de medir. Es raro que en una micropyme cada persona haga lo mismo. Suele haber categorías, y no se suele discriminar por ser hombre o ser mujer. Otra cosa es que los salarios sean suficientes», manifestó.
También instó a las empresas a tener «una dimensión de género. Tanto en las firmas como en investigación, es necesario reflexionar sobre si un proyecto va a tener implicaciones distintas para un hombre o una mujer. Un airbag, por ejemplo, no se puede fabricar igual para un hombre y para una mujer», apuntó.
«Tenemos que enfocarnos más en la equidad que en la igualdad, porque no somos iguales. Pienso que lo que tenemos que hacer es buscar tener todos acceso a las mismas oportunidades, y al menos favorecido apoyarle», concluyó.
Helena Pérez, directora del IES María Sarmiento: «La formación cala y los jóvenes están más concienciados»
Como directora del IES María Sarmiento de Viveiro, Helena Pérez es una voz autorizada para hablar sobre la juventud, que al fin y al cabo es el futuro. En este sentido, se mostró esperanzada en lo relativo a la consecución de la igualdad.
«Creo que los jóvenes están concienciados. Ha ido calando la formación y la información que reciben en esta materia. Se han hecho talleres, proyectos de igualdad, que pienso que han tenido fruto. A veces, a ellos les molesta la perspectiva que los adultos tenemos de ellos, cuando en este aspecto no son peores que nosotros en absoluto», indicó.
Aún así, recordó que la tarea por la igualdad nunca acaba, dado que la pandemia «desestabilizó un poco a los chavales, y pudo haber un repunte de ciertos comportamientos machistas. Hubo un parón educativo y social que creo que influyó. Estaban conectados pero no de forma directa, en los grupos de Whatsapp se dicen las cosas de forma distinta que en persona, vivían en un mundo un tanto irreal y no siempre con las mejores influencias. No todos los influencers son buenos modelos», matizó.
Aunque señaló que las nuevas generaciones están más alerta sobre posibles micromachismos, recordó la vulnerabilidad de los jóvenes en este ámbito. Por eso valoró que una profesional de la Policía Nacional ofreciese en el IES María Sarmiento una perspectiva distinta al alumnado sobre formas de opresión más sutiles. «Fue muy enriquecedor. Se expuso que está la violencia física pero también la psicológica, como el control sobre el móvil o el vestir. Se empieza por cosas pequeñas y a veces ellos no son conscientes de la gravedad de esto. Y ellas tampoco, porque a veces tienden a pensar que las quieren, pero las quieren mal», expone.
Helena Pérez hizo hincapié en la cada vez mayor diversidad de matrícula en titulaciones antes con un alumnado muy marcado en cuanto al género. «En Bachillerato, en ciencias había muchos más chicos. Ahora, ellas son mayoría. En ciclos, en FP básica, tenemos mayoría de mujeres en Servicios Administrativos. Y en Mantenimiento de Vehículos, hombres, pero también ya a alguna chica. También en Sistemas Electrotécnicos Automatizados. En Soldadura este año no, pero en los cursos anteriores sí. Se va mejorando», zanjó.