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Navegantes extranjeros recalan en Viveiro como «puerto seguro» para sus barcos durante el invierno

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

Carla Maseda, trabajadora de Marina Viveiro, señala que estas Navidades han recalado en Viveiro dos catamaranes y varios veleros con navegantes extranjeros
Carla Maseda, trabajadora de Marina Viveiro, señala que estas Navidades han recalado en Viveiro dos catamaranes y varios veleros con navegantes extranjeros Xaime Ramallal

El Náutico de Ribadeo, con 660 amarres asignados y una larga lista de espera, carece ya de capacidad para ofrecer «servicio de invernaje»

03 ene 2024 . Actualizado a las 16:06 h.

Aficionados a la navegación originarios de países como Australia o Hungría eligen el puerto deportivo de Viveiro como «puerto seguro» para sus embarcaciones. Así lo explican desde Marina Viveiro, la entidad que gestiona la dársena. «Hay gente de fuera que elige la marina seca que tenemos para dejar sus embarcaciones durante el invierno antes de regresar a su país», detalla Carla Maseda, trabajadora del puerto. Comenta que estas Navidades no ha habido demasiado tránsito, aunque sí han recalado en las instalaciones viveirenses dos catamaranes y varios veleros. Los dos primeros eran estadounidenses. «Estaban en la ría fondeados y acabaron entrando en el puerto para refugiarse por el mal tiempo», precisa Maseda. En cuanto a los navegantes de los veleros, según cuenta, procedían de Francia, Gran Bretaña y Suecia. A lo largo del año, la Marina de Viveiro tiene 130 embarcaciones fijas con servicios contratados. La mayoría son motoras y embarcaciones de recreo propiedad de gente procedente de Viveiro o de los alrededores.

«Hay gente de Australia o Hungría que deja sus barcos en la marina seca de Viveiro en invierno», Carla Maseda, administrativa Marina Viveiro
«En el Náutico tenemos mucha pequeña eslora, pero hace falta el sitio, no tenemos más capacidad», Pablo Fernández Ferreyra, presidente Club Náutico Ribadeo

El Real Club Náutico de Ribadeo, por su parte, también está viviendo unas Navidades tranquilas, «sin tránsitos especiales», según comenta su presidente, Pablo Fernández Ferreyra. «El año pasado hubo más temporales y eso hizo que más embarcaciones tuviesen que amarrar. Sino, el que está navegando, continúa», abunda el máximo responsable de una entidad que cuenta con 660 embarcaciones. «El 50% de nuestros socios son de Madrid o de otros lugares y tienen aquí familiares», abunda. Esa cantidad de gente provoca que la marina seca este repleta. «Hay mucha pequeña eslora, pero nos hace falta el sitio. No tenemos capacidad para ofrecer servicios de invernaje», comenta Fernández, que destaca los buenos resultados del restaurante del Náutico. «Ampliamos instalaciones, la cocina es de muy buen nivel, e incluso ha habido cenas de fin de año. Estamos contentos», finaliza.