Pescaderos de A Mariña animan a comprar pescado: «Máis que crisis de pélets hai crisis de pelas»
VIVEIRO
En Peixería Grallal, de Viveiro, destacan que es un excelente momento para comprar las primeras xardas de la temporada a 5,90 euros, robalizas salvajes o pescados de roca para caldeiradas
25 ene 2024 . Actualizado a las 17:41 h.La caldeirada es uno de los platos tradicionales de Galicia, especialmente en zonas costeras como A Mariña. Se trata de un guiso de pescado que se sirve caliente, es saludable, sencillo de preparar y destaca por su sabor. Y enero es un excelente momento para prepararlo, como destacan en pescaderías como Grallal, de Covas, en Viveiro, cuyo propietario, José Luis Chaves Álvarez, Choco, subraya el buen precio que tienen en este momento algunos de los pescados con los que se elabora y que son capturados por los barcos de la flota mariñana. Es el caso de la raya, que está «en época» y se vende a 6,90 euros el kilo; pero también de un variado surtido de pescados de roca, como los escachos, cuyo kilo cotiza estos días a 10,90 euros. El San Martiño también puede poner el broche de oro a un plato que, en una de sus modalidades más extendidas, se elabora con patatas, cebolla y perejil, y se corona con un sofrito a base de ajo y pimentón dulce. El kilo cuesta 17 euros. La cabra roca grande, una especie en la que apartar sus muchas espinas compensa para saborear su exquisita carne, está a 11 euros. «Tamén está moi ben de prezo a robaliza salvaxe, a lubina, que custa 11,90 euros. Está a prezo de piscifactoría case», subraya el profesional.
Chocos a 10 euros
La xiba, también conocida como choco, cuesta 10 euros, y la merluza do pincho se sitúa en 8,50 euros. Otro pescado clásico de las costas gallegas, la meiga, cuesta entre 7,50 y 11,50 euros en función de su tamaño. Y los lenguados están a 20 euros.
«Máis que crisis de pélets, hai crise de pelas. Temos que coidar do mar todo o ano», comenta José Luis Chaves, en relación con con el vertido de pequeñas bolitas de plástico procedentes del Toconao que hace más de un mes comenzaron a llegar a las costas gallegas. Un problema medioambiental que ha generado una importante polémica puesto que su gestión está siendo empleada a nivel político debido a la proximidad de las elecciones autonómicas gallegas, previstas para el 18 de febrero.