El chiringuito del puerto deportivo que recuerda a un armador viveirense

carlota vergara / s.c. VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

PEPA LOSADA

El Chiringuito Don Tomás oferta menús del día a 12 euros con producto fresco

25 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Decidí no cambiar el nombre del establecimiento porque rememora a un armador de Viveiro, Tomás, quien ayudaba a los pescadores y fomentaba la contratación de los trabajadores locales», relata William Figueroa, el gerente de El Chiringuito de Tomás desde 2019 en el puerto deportivo de la localidad viveirense.

Mientras acontecía una situación compleja para la hostelería, en plena pandemia, William compró el local Chiringuito Don Tomás que colinda con los pantalanes de las embarcaciones que atracan en Viveiro; sin embargo, tuvo que retrasar su apertura hasta marzo de 2020 por motivos de seguridad sanitaria.

Si una se sienta en cualquiera de sus mesas, sus características cristaleras dejan ver el mar a unos pocos metros, también los barcos de recreo que hayan decidido arribar a Viveiro. «A nuestros clientes les encanta comer, cenar o tomar algo mientras tienen la marina tan cerca», dice William Figueroa.

Menú del día a doce euros

Son típicos a su vez los platos elaborados con productos de proximidad- carnes y pescados de aquí-. Los vinos también hacen honor a la tierra de la que hablamos- albariños, minervas, godellos o ribeiros-.

«El menú del día siempre está preparado con pescados frescos y de aquí; sardinas, lubina, por supuesto merluza de Celeiro. También hemos incluido una parrilla donde cocinamos la carne», asegura el gerente del local del puerto. Además del menú del día- a doce euros- este restaurante también oferta raciones o bocadillos casi a cualquier hora del día.

Su horario en verano va desde las once de la mañana hasta las doce de la noche porque William comenta que «los turistas que llegan a puerto exigen otros horarios». Muchos de ellos son turistas internacionales, mayoritariamente europeos que comen y cenan antes que nosotros», apunta el propietario del establecimiento. Son franceses, holandeses o alemanes que al entrar en el Chiringuito Don Tomás «van en búsqueda de gazpacho y paella», explica William Figueroa entre risas. Por el aumento en la demanda y también condicionado por el tipo de público que reciben, el restaurante del puerto deportivo abre sus puertas todos los días durante la temporada alta estival -julio y agosto-.

Tras ser cocinero años atrás, William Figueroa se lanzó a montar algo propio en la localidad viveirense y vio una oportunidad en el Chiringuito Don Tomás por su estratégico enclave. Además respetando el nombre que ya tenía con anterioridad, pues al propietario le conmovió la historia de Tomás cuando se la contaron y no modificó la denominación «por una cuestión de respeto al lugar», cuenta William.

Una empresa en la que trabajan muchos de los miembros de la familia Figueroa aunque cuentan con refuerzo de un camarero en su plantilla en los meses de verano.