El primer derbi en la ACB deja huella

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Garrei

El Obradoiro-Breogán deparó la mejor jornada de la temporada en decibelios, sentimiento y taquilla

05 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El derbi ya es historia. El primero de la ACB en Sar. Y las dos aficiones se fueron con ganas de vivir más historias como las que pudieron disfrutar el sábado en el Multiusos. En decibelios, en emoción, en sentimiento e incluso en taquilla no va a haber otro partido como este esta temporada, un encuentro que dejó más de 40.000 euros en caja.

El Monbus Obradoiro amarró la décima victoria del curso y dio un gran paso hacia la permanencia. El Cafés Candelas Breogán, pese a no ir nunca por delante en el marcador, pudo llevarse el triunfo en la última posesión. Se fue con ese punto de decepción, pero con el aval de no haberse descolgado en ningún momento, ni en los que tenía el partido muy cuesta arriba.

Los veteranos marcan camino

Pero más allá del valor matemático en la clasificación y en las arcas, fue un partido en el que mandó la concordia. Y los veteranos de uno y otro lado pusieron mucho de su parte. Estaban citados a las 14 horas para compartir mesa y mantel en un acto organizado por Estrella Galicia. Pero por su cuenta hicieron convocatoria previa, para tomar los vinos en el Franco. Y en ese ínterin tomo cuerpo un deseo compartido por los dos lados: si los dos equipos se salvan habrá un nuevo encuentro para celebrarlo. «Se pone el día, y romería», coincidieron.

No solo los veteranos dieron cuenta de esa buena relación. Fruqui, fotógrafo que solo falta a las citas del Obradoiro en Sar por causa de fuerza mayor y que recoge más de mil instantáneas de cada partido, encontró en los prolegómenos del encuentro a dos jóvenes aficionados, uno ataviado con la indumentaria del Obradoiro y el otro con la del Breogán. En la retirada a los vestuarios de los jugadores, tras el calentamiento, cada uno jaleó a los suyos y silbó a los contrarios. Pero sin reproches mutuos, disfrutando de la fiesta.

La concordia también se manifestó en otra de las estampas que dejó el derbi, cuando en las pantallas de Sar, durante la interpretación del himno gallego, se vio la imagen de una aficionada del Breogán, Mirian Vázquez, que siempre se significó por su pasión por el club y el baloncesto, y por ser un referente en la lucha contra el cáncer. No pudo con la enfermedad pero, de alguna manera, estuvo presente en el derbi.