Christopher Czerapowicz anotó la canasta del triunfo a falta de 1,8 segundos (75 -73)
24 nov 2019 . Actualizado a las 11:34 h.Nacho Llovet era coronel con mando en plaza en el Obradoiro. El Andorra pagó su cláusula y ahora desempeña un rol con menos minutos y menos protagonismo. El dato es indicativo de la diferencia entre uno y otro club. Y se cumplió la tradición de la victoria en Sar en un partido emocionante hasta el final. Con más mérito que nunca, porque el los locales no tuvieron tiros libres hasta el último cuarto. A seis minutos el rival ya estaba en cuatro faltas, y en esos seis minutos solo le pitaron uno. Y el equipo jugó casi siempre a remolque, pero se adelantó a 1,8 segundos y defendió bien el saque de banda.
El partido empezó mal para el Monbus Obradoiro, a pesar de que los primeros tres puntos del partido nacieron en un triple de Magee. Antes de que se cumpliesen seis minutos de juego Moncho Fernández tuvo que pedir tiempo porque todas las noticias era preocupantes, empezando por el parcial, 5-17. En ese tramo el equipo santiagués ya había entregado tres pérdidas de balón, Hannah estaba encontrando pasillos hasta el aro y Diagne, que pasó de ser duda a ser titular, trituraba desde los cinco metros.
Las instrucciones del Alquimista dieron resultado, empezando por una mejor actividad defensiva, siguiendo por la dirección de Calloway y completando con las combustiones de Fletcher Magee, autor de once puntos en los primeros diez minutos. El 19-24 con que se cerró el primer acto no era un mal negocio para los locales a la vista de como había discurrido la contienda, ante un rival con mucho más físico.
El segundo cuarto arrancó otra vez mal. A la carrera el Obra no tenía nada que hacer. Y en menos de dos minutos Moncho Fernández tuvo que pedir de nuevo tiempo porque el adversario galopaba sobre el parqué y en el marcador: 21-31. Con un cinco en pista poco habitual, integrado por Calloway, Font, Álvaro Muñoz, De Zeeuw y Spires el Obra encontró sus mejores minutos. Combinó dos factores para el éxito: el acierto en el triples (uno de Font, otro de Calloway y un tercero de Álvaro Muñoz, muy seguidos), y el rebote ofensivo. Y a todo ello le añadió el cierre de espacios hacia el aro. Antes de llegar al ecuador del segundo acto el Obra le dio la vuelta al marcador: 32-31.
Los dos equipos completaron pronto el cupo de cuatro faltas. Y a partir de ahí, mientras el Andorra dispuso de seis tiros libres, el Obra no pasó por la línea. Solo le pitaron una falta a los visitantes, en ataque, en ese tramo. El dato es más expresivo en el cómputo de los veinte minutos: doce tiros libres visitantes, cero locales. Y el Andorra no es de los que defiende con la vista. Al intermedio se llegó con un 38-42 y con Llovet y Diagne llevándose a Bandja Sy, que se las tenía tiesas con uno de los árbitros.
De vuelta de los vestuarios el partido se trabó. En teoría, debería ser un buen dato para el colectivo santiagués. Pero no lo fue tanto porque le costaba ver el aro. En el tercer cuarto, ni se acercó ni se alejó. Acabó otra vez cuatro abajo, 53-57. Tuvo que esperar al minuto 31 para ir por primera vez al tiro libre. Todo un logro. En cualquier caso, como durante casi todo el encuentro, al Obradoiro le tocó remar contra corriente. Apretó en defensa y solo se le escapó Tyson, que sostuvo a su equipo. Una canasta de Daum a falta de 42 segundos puso el empate a 73. A 1,8 Czerapowicz selló la victoria.
Ficha técnica:
75 ? Monbus Obradoiro (19+19+15+22): Kravic (8), Magee (20), Daum (4), Czerapowicz (7), Pozas (2), -quinteto inicial- Brodziansky (5), Calloway (9), de Zeeuw (2), Spires (4), Font (5), Muñoz (9).
73 ? Morabanc Andorra (24+18+15+16): Sy (2), Massenat (6), Hannah (8), Todorovic (9), Diagne (18), -quinteto inicial- Pérez (14), Llovet (2), Walker (5), Jelínek (4), Senglin (5).
Árbitros: García González, Martínez Fernández, Sánchez Benito.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante 4.645 espectadores.