Se ve preparado para el baloncesto dinámico, con y sin balón, que afina el equipo
23 ago 2022 . Actualizado a las 19:42 h.Marcus Paige no quiso dejar pasar el desafío de la Liga Endesa cuando el Monbus Obradoiro llamó a su puerta. Llega a Sar siendo ya un jugador muy hecho. Se formó en la Universidad de North Caroline, fue elegido en la quincuagésimo quinta posición en el draft, tuvo una presencia testimonial en la NBA y se ha curtido en la G-League, durante tres temporadas en el Partizán de Belgrado y la pasada en el Orleans. El escolta ha firmado por una campaña.
Cumplió con el protocolo de la presentación en el hospital La Rosaleda, antes de emprender viaje a Estados Unidos para completar toda la documentación relacionada con su permiso de trabajo. En consecuencia, todavía no podrá debutar este viernes en Vilagarcía frente al Porto.
De sus disquisiciones queda claro que antes de tomar la decisión de fichar por el Monbus Obradoiro le dio más de una vuelta. Y viene convencido de que era el momento de dar el paso. Por una parte, fue decisiva la charla con Moncho Fernández a fin de saber por qué se habían fijado en él: «Después de hablar con los entrenadores sobre cómo juegan, su filosofía y mi rol, puedo decir que es la oportunidad que buscaba. Tras una semana puedo decir que tome la decisión correcta. Me lo tendría que preguntar al final de la temporada, pero tengo confianza en que todo va a ir muy bien este año».
Por otra parte, está el desafío de la exigencia de la Liga Endesa: «Durante mi carrera he tenido la oportunidad de jugar en varias ocasiones contra equipos españoles y siempre son muy competitivos. Valencia y Joventut, por ejemplo. Es por ello que estoy emocionado por venir a una liga en la que jugaremos con rivales de ese nivel cada semana y para demostrar que podemos con todo y que, si ganamos a los grandes, eso dirá mucho del equipo. Todo lo que me han dicho mis compañeros y mis entrenadores sobre esta Liga es que cualquiera puede ganar a cualquiera y cada encuentro va a ser una batalla. Todos los partidos son disputados y no hay semanas de descanso. Esa es la razón por la que decidí venir a esta Liga, es la mejor y te enfrentas con los mejores. Además el estilo de juego es diferente, es un juego mucho más vistoso que en otras competiciones».
En la presentación, el director general, José Luis Mateo, puso el acento en la faceta de Paige como «generador de juego». El consejero Rafael Silva se fijó más en la capacidad de anotación. El escolta prefiere centrarse en lo que vaya pidiendo el juego, pero tiene claras las coordenadas: «Habrá momentos en los que tenga el balón y jugare pick and roll, pero también me utilizarán para jugar sin balón como tirador que soy. Creo que con los jugadores que tenemos, y con los hermanos Scrubb, la forma en la que está configurada nuestra plantilla me beneficia mucho para poder jugar con y sin balón. Tenemos muchos jugadores con mucho talento con la pelota, que pueden crear para ellos mismos o para los demás. Pienso que puedo encajar bien tanto cuando quieren que tenga un rol más secundario como cuando tenga que jugarme los tiros. Quieren que mezcle esas dos facetas y las use de igual forma».
Repertorio en ataque
Le gusta esa filosofía, esa variedad: «Vengo de un equipo en el que no había mucho movimiento de balón y una cosa que nuestro entrenador aquí enfatiza son las múltiples opciones que hay en cada posesión. Podemos hacer mucho pick and roll o acciones de uno para uno, muchos movimientos en los que todo el mundo está metido, y me gusta cómo esta construyendo los fundamentos del juego, porque hace que nuestro equipo vaya a ser muy difícil de defender».
«Las primeras impresiones dicen que vamos a jugar muchas transiciones»
Hasta la fecha, el equipo apenas suma una semana de trabajo en grupo. Faltan los hermanos Scrubb y el último fichaje, Dragan Bender. Y Walker se sumó el lunes por la tarde. Es poco tiempo, pero Marcus Paige ya se va haciendo una composición de lugar acerca del baloncesto que está edificando el Obradoiro para el nuevo curso: «Las primeras impresiones dicen que vamos a jugar muchas transiciones y eso se parece mucho a cómo jugaba en North Carolina. Por ahora, solo van cinco o seis entrenamientos, pero sí que veo ciertas similitudes. Lo sabré más preciso cuando avancemos más en nuestro juego defensivo y ofensivo. De todas formas, lo que sí sé es que los entrenamientos son muy serios e intensos».
Contacto con la ciudad
Las primeras impresiones de Paige acerca de la ciudad, a pesar del poco tiempo que le están dejando los entrenamientos, también son positivas: «He tenido la oportunidad de conocerla un poco, de recorrer sus calles con mi mujer, y es un sitio muy bonito donde todo el mundo ha sido muy agradable y educado con nosotros. Tenemos muchas ganas de conocer a más gente y de conocer un poco acerca de la ciudad. También tengo muchas ganas de empezar la temporada. Creo que estamos formando un equipo que puede ser muy competitivo este año». «La ciudad es preciosa, hay mucha naturaleza, es bonito ver a los peregrinos. Está resultando una gran experiencia tanto dentro como fuera de la pista», añade.