El santiagués Moncho Fernández y el granadino Pablo Pin hacen historia en los clubes de su ciudad
02 may 2023 . Actualizado a las 16:08 h.El Granada que visitará Sar este sábado es heredero del Club Baloncesto Granada contra el que el Obradoiro estuvo muy cerca de estrenar su casillero de victorias en la ACB en la temporada de su estreno, la 2009/10. El partido de Sar se decidió en la prórroga, 92-95.
Aquel año el conjunto santiagués cayó a la LEB Oro y el nazarí logró la mejor clasificación de su historia. Acabó décimo. Al siguiente el colectivo gallego regresó a la ACB y uno de los que descendió fue el andaluz, en la que era su séptima campaña consecutiva en la élite. En la antepenúltima jornada se lo jugaba todo a una carta en casa ante el Alicante. Metió más de seis millares de espectadores en el pabellón. Y perdió. En la última, ante el Gran Canaria, solo acudieron 1.500. El club cayó a la LEB Oro, después a LEB Plata y optó por la liquidación, devorado por los números rojos.
En la campaña 12/13 empezó desde cero, con nuevo nombre, Fundación Club Baloncesto Granada, y sin lastres económico. Tardó diez años en devolver a la ciudad el baloncesto ACB. Y completó toda esta trayectoria de la mano del mismo entrenador, Pablo Pin, desde Primera Nacional (categoría autonómica) hasta la Liga Endesa.
El sábado, en Sar, coincidirán dos entrenadores de los poquísimos que pueden presumir de ser profetas en su tierra. El santiagués Moncho Fernández ascendió al Obradoiro y encadena doce campañas seguidas en la ACB. El granadino Pablo Pin es el único técnico que ha conocido hasta la fecha el equipo, y lo ha llevado hasta lo más alto. Los dos saben el terreno en el que se manejan, y a pesar de las dificultades con las lesiones, no se han significado por pedir refuerzos.
Sin Bender ni Cristiano Felicio
Curiosamente, los dos se quedaron sin sus jugadores franquicia en la undécima jornada: Dragan Bender se lesionó en Bilbao, muy al final del partido, y Cristiano Felicio en Zaragoza, antes de que se cumpliese el primer minuto. Son dos averías que han pasado una cara factura.