El Obradoiro vuelve a tener un jefe de prensa, tras varias semanas de vacío. Pero sigue sin cubrir áreas como la gerencia y el márketing, y esa no es una buena señal. Sobre todo si cabe la tentación de ir trampeando en ambos frentes.
La pasada temporada el club cuidó más que nunca las acciones promocionales en varias jornadas, y eso se tradujo en una mayor afluencia. Una de las más acertadas fue la presentación del proyecto en una gran fiesta en el campus. Pero esas son acciones que no se improvisan de un día para otro, precisan de alguien que las piense, de alguien que les dé vía libre y de manos para sacarlas adelante.
Otra iniciativa que parecía consolidada y corre el riesgo de caer en barbecho es la de El Camino acaba en Obradoiro. No es fácil traer a ilustres de la talla de Terry Porter, Gallis, Petrovic, Amaya Valdemoro, Corbalán, Craig Hodges o Calderón para promocionar la Ruta Xacobea y el propio club. Si está en marcha una nueva edición, no han trascendido noticias al respecto.
Cuidar la imagen de marca y la batalla permanente por la captación de recursos económicos no es algo que incida directamente en el juego, pero sí en la salud del club y en su fortaleza. Porque volcar todos los esfuerzos en el proyecto deportivo y desatender el administrativo es como comprar un coche de gama alta y olvidar que necesita mantenimiento.
Para cualquier entidad deportiva, siempre es mejor la continuidad y una buena inercia que los impulsos, para el día a día y para el futuro.
El club ha hecho un gran esfuerzo para partir con un presupuesto de cuatro millones de euros en la temporada en la que por vez primera en su historia va a jugar una fase previa de una competición europea. Es otro milagro más que añadir al deporte profesional en Compostela.
Que a estas alturas sigan sin cubrirse las áreas de gerencia y márketing supone un retroceso, si bien el presidente, Raúl López, ya indicó que lo urgente era la parcela deportiva y, en lo demás, que la consigna es no precipitarse, que son tiempos de cambios y se están dando pasos. De momento, lo que está pasando es el tiempo. Y el tiempo dará o quitará razones.