Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez destacan el tiro y la inteligencia táctica de los dos fichajes cerrados por el club para la recta final de la temporada
19 feb 2024 . Actualizado a las 20:22 h.El Monbus Obradoiro llegó al paréntesis de la Copa y la ventana FIBA envuelto en la peor racha de resultados de la temporada, con siete derrotas consecutivas y una preocupante conclusión: el equipo nunca se deja ir, no es una banda y pelea por su suerte en todos los partidos, pero le acaba faltando algo. Sobre todo, acierto en el triple. También había cierta unanimidad sobre las dos posiciones con más margen de mejora, la del uno y la del cuatro. El club ha apostado por el talento letón para tratar de revertir la situación en las doce jornadas que restan y ha fichado talento letón para esas dos demarcaciones con las incorporaciones de dos Janis, Strelnieks y Timma, dos jugadores con amplia experiencia en la Euroliga llamados a inyectar un plus de calidad en el colectivo. Ambos han sido bien recibidos por la afición.
Exigencia de la Liga Endesa
El reto del cuadro técnico es tratar de integrarlos lo antes posible en la dinámica del equipo. Trabajo extra para Moncho Fernández y, sobre todo, para sus ayudantes, Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez. A la espera de que los dos internacionales se sumen a la disciplina de grupo, una vez que acaben sus compromisos internacionales de esta semana con la selección, ambos técnicos dibujen el perfil de las dos caras nuevas. Coinciden en significar que son dos jugadores con buena mano e inteligencia táctica.
Gonzalo Rodríguez, que centra más su trabajo en la columna exterior del equipo, empieza por situar un debate: «Eso de que nuestro baloncesto es complicado y de muchas jugadas que aprender tiene algo de mito. Los jugadores, en cuanto están diez días con nosotros, lo ven. Es un juego muy basado en unas normas generales que aplican en función de lo que se encuentran en defensa. Es más de lectura que de memorizar jugadas».
El técnico santiagués pone el acento en la exigencia de la competición: «Los jugadores con cierto nivel pueden aprender veinte o treinta jugadas en un par de días. La clave está en que la Liga Endesa es muy complicada desde el punto de vista físico, técnico y táctico. Quiero decir que no son lo mismo treinta jugadas de cinco contra cero (sin oposición) que cuando estás presionado a toda pista por un rival muy físico. Por eso es muy difícil encontrar ventajas directas. Para conseguir las ventajas, hay que hacer una lectura correcta, interpretar las defensas del oponente, reconocer situaciones y aplicar las normas generales. Hay jugadores que están acostumbrados a que les marquen la uno, la dos, puño... En esta liga no te llega. Cuando eres base sabes que en la Liga Endesa no vas a poder dirigir al equipo y dar el primer pase de sistema con tu defensor a dos metros».
El mercado puede ser cambiante en cuestión de días. De hecho, el Obradoiro hacía ya tiempo que había ampliado el radio de búsqueda al baloncesto extracomunitario, sin acabar de encontrar el perfil de los jugadores que buscaba. Y al final pudo cerrar dos fichajes con licencia europea, con la consiguiente ventaja a la hora de hacer los descartes. «La idea era buscar al mejor jugador posible, tuviera pasaporte o no —explica Gonzalo Rodríguez—. No teníamos acotada la búsqueda. Al no ser extracomunitarios, dispondremos de más jugadores para rotar en los partidos, en función de lo que más beneficie al equipo». Si están todos disponibles, cada jornada el cuerpo técnico deberá decidir tres descartes.
Strelnieks, un base con puntos y buena lectura de juego
Al analizar a Janis Strelnieks, Gonzalo Rodríguez comienza por significar una doble dirección: «Puede ayudarnos a ganar partidos, que es para lo que se ficha. Sus características responden a un perfil ideal para hacer mejor al equipo que ya está hecho». Llama la atención sobre la experiencia que acumula: «Está acostumbrado a jugar partidos muy complicados y con un nivel de exigencia muy alta. No se va a poner nervioso. Trae un bagaje muy importante de otras grandes ligas y de la Euroliga».
Al centrarse más en las cualidades de su baloncesto, apunta: «Es un base muy inteligente. Pero, además de eso, tiene dos características que lo hacen muy interesante para nosotros, su capacidad para anotar, porque tiene un gran tiro, y una muy buena habilidad para jugar pick and roll. En resumen, tiene experiencia, capacidad para meter tiros e inteligencia táctica, tres cosas que nos van a venir muy bien. Esa inteligencia táctica también se nota en el aspecto defensivo, porque entiende muy bien el baloncesto». Espera que se adapte con facilidad al equipo, al abrigo de una trayectoria que lo avala: «Suma un montón de años en la Euroliga, en países distintos y con distintos entrenadores. Está acostumbrado a jugar con oposición y en partidos con un nivel de intensidad elevadísimo».
Timma, un ala pívot con buena mano y capacidad para el pase
A Víctor Pérez le tocará trabajar más con Janis Timma, un ala pívot que ya conoce la Liga Endesa porque jugó una temporada en la Liga Endesa, en las filas del Baskonia. Y, al igual que Strelnieks, acredita una amplia carrera en la Euroliga.
El ayudante de Moncho Fernández destaca el lanzamiento como cualidad más relevante: «Siempre fue un jugador con buena capacidad para el tiro exterior. Es un gran virtud. Puede desenvolverse en el tres y en el cuatro, pero en los últimos años se ha decantado más por el cuatro. También lee bien el juego, pasa bien el balón, sabe dónde ponerlo en cada momento. El tiro y el pase son sus dos principales virtudes».
Asimismo, pone sobre el tapete el poderío atlético del internacional letón: «Físicamente también es fuerte, condiciones que le ayudan tanto en defensa como en rebote, otras dos cosas que puede aportar».
Lo ve jugando «más en el cuatro que en el tres, aunque por sus características también puede ser una variante exterior». Y no cree que el baloncesto del Obradoiro se tenga que readaptar: «Pienso que no va a cambiar la manera de jugar. Siempre fue más un jugador de equipo, no uno que necesite que los compañeros jueguen para él, que todo gire a su alrededor».