Ambos perciben una «atmósfera positiva» en los primeros días de trabajo
20 ago 2024 . Actualizado a las 18:26 h.El Monbus Obradoiro abrió la ronda de presentación de los nuevos jugadores con Tomeu Rigo y Strahinja Micovic. Uno llega después de cinco temporadas en Bilbao, en las que no le acompañó la suerte con la lesiones. El otro afronta su primera experiencia en el baloncesto español. Y los dos tienen en común que han visto en el Monbus Obradoiro una buena oportunidad para relanzar sus carreras.
Héctor Galán, director general de la entidad, subrayó, en el caso del serbio, que responde «a un perfil difícil de conseguir, el del cuatro abierto, con mucha amenaza del tiro exterior» pero también con capacidad de hacer daño en el poste bajo. Es un pívot «grande, no muy físico, pero grande», en el que el club tiene puestas muchas expectativas. Galán recordó que viene de competir «a muy buen nivel» en ligas como la lituana o la alemana.
También precisó que puede adaptarse a la demarcación del tres, en la que el único jugador específico es Álvaro Muñoz, quien se perderá el primer tramo de la temporada.
En el caso de Tomeu Rigo, apuntó: «Después de una racha un poco irregular de lesiones, viene a tener un año de entrenamientos regulares, de minutos regulares y de consolidarse un poco en el panorama nacional». Subraya que es un jugador de perímetro, «un dos o dos y medio», capaz de defender «las dos posiciones». «Viene a consolidar nuestro proyecto», añadió.
Los dos se muestran satisfechos con los primeros días, en el club y en Compostela. Micovic ya ha tenido oportunidad de conocer la catedral y callejear. Le llama la atención que «todo está lleno». Percibe una «atmósfera positiva», tanto el club como en el equipo.
Tomeu Rigo confirma esa impresión, ya desde el minuto uno: «Antes de empezar hicimos una comida. Apenas llevábamos dos horas juntos y ya parecía que era mucho más tiempo». Le pone «un diez» a estos primeros diez días en su nueva etapa.
El pívot serbio está constatando las buenas impresiones que le trasladaron sobre la entidad, la ciudad y la afición del Obradoiro antes de firmar. Todos son argumentos que pesaron a la hora de tomar la decisión.
No obstante, uno de los que más influyó fue conocer de primera mano cómo se estaba configurando el plantel y cuáles eran los objetivos: «Cuando he hablado con el entrenador, me ha presentado las ambiciones del club, y me ha gustado la idea, que no solo vamos a estar aquí sino que vamos a competir para ganar cada partido y para poner este club en su lugar». También le confirmó que iba a tener un papel protagonista en ese esquema y espera corresponder a la confianza depositada en él.
Capacidad de adaptación
El pívot serbio recuerda que a lo largo de su trayectoria ha jugado «para muchos entrenadores y en muchos equipos diferentes», y que siempre se ha sabido adaptar a lo que le pedían.
Tomeu Rigo también está a la orden: «Siempre me he adaptado a las circunstancias. He tenido entrenadores más defensivos, otros más ofensivos. Estoy para lo que me pidan. Puedo tirar, también puedo sacar ventajas. En función de lo que necesite el equipo, estaré para ayudar».
La presentación de Rigo y Micovic tuvo como escenario la pista de Sar y contó con la presencia de Rafa Silva, consejero del club, y de José María Peinó, gerente provincial de Asisa en A Coruña y Lugo. La aseguradora colaborará una temporada más con el club, para dar continuidad a una «relación de hermandad», tal y como la calificó Peinó, que empezó en el 2017. «Somos proveedores de saluda del Obradoiro», indicó.
Después de darles la bienvenida a las incorporaciones, expresó su convencimiento de que será un curso para disfrutar. «Lo vamos a hacer bien», apostilló.
«No volverse locos según qué resultados antes de hora», clave para intentar el ascenso
Tomeu Rigo es uno de los jugadores de la plantilla que ha vivido un ascenso a la ACB, en su caso con el Bilbao Basket. Han pasado cinco años desde entonces y advierte de que ahora «hay muchos más equipos con grandes presupuestos. La liga va a ser bastante dura».
Recuerda la que considera clave primordial para haber conseguido el salto de categoría: «Tuvimos buenas rachas y malas rachas durante el año, que son cosas que pueden pasar, factores externos que no controlas. Y hay otro equipo enfrente que también juega . Fue un año en el que no nos volvimos locos. Seguimos trabajando duro. Al final, subió el Betis directo en ese año, nosotros en final a cuatro. Pero llegamos bien a esa fase. Seguimos trabajando muy duro la segunda vuelta, y creo que no perder el norte y no volverse loco según qué resultados antes de hora es lo que nos llevó a tener la mentalidad positiva y poder subir».
Rigo avanza el perfil del Obra que se está armando y que buscará el ascenso: «No hay unas posiciones exteriores muy marcadas, pero sí que somos bastantes generadores. Creo que eso, para el juego de hoy en día, es casi más importante que tener un tres o un cuatro alto. Si los demás jugadores son capaces de generar ventaja, o de aprovecharla, o de saber leer, o de sumar segundos a esa ventaja ofensiva para sacar un buen tiro o un buen pase, creo que es positivo. Es un poco lo que estoy viendo, un equipo polivalente, corriendo, presionando, con defensa agresiva. Creo que irá un poco por ahí».