«He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral. Por supuesto, he aceptado. No hubo ceremonia de iniciación. Mejor así. Somos LEB». El miércoles jugábamos contra el Mataró, el viernes frente al Santfeliuenc. La Copa España, le llaman. Estas pretemporadas, mitad preparación mitad competición y que ni una cosa ni la otra…
Es pronto, pero parece que el equipo, ofensivamente, gusta y se gusta (aunque hayamos tenido poca oportunidad de ver a nuestros interiores jugar «de interiores»). Diferentes combinaciones de «tres locos bajitos», tan parecidos para iniciar (todos capaces de subir el balón generando juego) como diferentes a la hora de finalizar, «bajitos» a los que la buena mano y visión de juego de Stephens y Micovic ayuda a encontrar «pasillos» para atacar el aro.
Defensivamente el equipo deja más dudas. Le costó cerrar el rebote frente a Ourense (además de conceder segundas oportunidades, si no reboteas no corres) y me despierta curiosidad saber cómo protegeremos tácticamente a Stephens cuando lo impliquen, por ejemplo, en situaciones de bloqueo directo.
Pero, si es pronto para alegrarse, lo es más para preocuparse y, armarse defensivamente, requiere mucho más tiempo que ofensivamente. «Ay, Gómez, cómo te quiero, pero qué equivocado estás».