La progresión de Jake Stephens y la aportación de los canteranos en el día a día del equipo

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

Gonzalo Rodríguez está convencido de que el pívot «va a ir evolucionando poco a poco a lo largo de la temporada»

08 nov 2024 . Actualizado a las 21:44 h.

El nombre propio de la primera plantilla del Monbus Obradoiro que concentra más atención y comentarios entre la afición es el de Jake Stephens. Ofreció su mejor nivel en la Copa Galicia ante el Leyma Coruña. Si es capaz de acercarse a esa versión, el equipo dará más de un paso hacia delante. En la Liga, sin embargo, le está costando.

Gonzalo Rodríguez recuerda que, en el caso del pívot americano, el proceso de adaptación no es sencillo: «Viene de otra realidad completamente distinta, de otro país distinto, otro baloncesto distinto, y está aprendiendo todo». Le toca entender las claves de un escenario diferente. Tiene que tomarle la medida «a los conceptos, a las defensas, a los ataques, al físico, a lo que demanda la liga desde el punto de vista físico en los pívots». El entrenador se muestra convencido de que «va a ir evolucionando poco a poco a lo largo de la temporada».

Toms Leimanis

También le está costando a Toms Leimanis, si bien en su caso viene del Estudiantes y conoce bien la Primera FEB. E igualmente aquí es optimista Gonzalo Rodríguez: «Estamos buscando ese equilibrio entre lo que el equipo necesita de él y en lo que también le pueda ayudar a él a que dé lo mejor de sí».

En ambos casos pone por delante la implicación y el trabajo en el día a día como el mejor aval en el camino hacia un mejor rendimiento.

Al propio tiempo, el entrenador del Obradoiro rompió una lanza en favor de los canteranos que trabajan habitualmente con el primer equipo: Bocca, Alonso Grela y los dos que están entrando en las convocatorias y que tuvieron minutos frente al Gipuzkoa, Harguindey y Onuetu. El primero está pendiente de conseguir la doble nacionalidad. Los otros tres están en la convocatoria para recibir al Tizona.

Calidad de entrenamientos

El entrenador subraya que su presencia en todos los entrenamientos ayuda a trabajar sin que se resienta la dinámica de grupo cuando hay bajas. Y añade que la implicación y la exigencia es la misma que se aplica al resto de compañeros: «Participan muy activamente en los entrenamientos y les corrijo a ellos exactamente igual que a los demás. Es decir, no están de sparring en los entrenamientos, están como uno más». Tienen la puerta abierta para ganarse los minutos con el primer equipo.