
Vio momentos con mucho bote de balón en los que echó en falta pases extra
08 mar 2025 . Actualizado a las 21:29 h.Félix Alonso conoce de primera mano lo difícil que es ganar en Pumarín. Nunca lo había conseguido en anteriores visitas en los equipos que dirigió en la categoría. Y, aunque costó, rompió esa estadística. Empezó su comparecencia de prensa poniendo en valor el triunfo: «Dar la enhorabuena al equipo, por el esfuerzo, por el trabajo que ha realizado durante los cuarenta minutos sabiendo la dificultad que tenía el encuentro. Y también dar la enhorabuena al Alimerka Oviedo, porque nos ha puesto las cosas muy complicadas desde el principio hasta el final».
En el primer cuarto se encontró al rival previsto: «Han tenido un nivel como esperábamos, un nivel de intensidad, de agresividad, de energía, muy alto. Nos han sacado muchas posiciones en ataque y nos han castigado constantemente en el rebote ofensivo, con ocho o nueve en el primer cuarto que les han dado posibilidades de segundos tiros». Recordó especialmente una jugada con hasta cuatro lanzamientos, que acabó con un triple de Mikel Sanz.
Situó la clave del triunfo en el segundo cuarto: «Somos capaces de irnos ocho puntos arriba. Es verdad que ellos estaban haciendo la goma, pero controlamos el partido».
En todo caso, Félix Alonso no hizo una lectura ventajista: «Hemos tenido momentos con esa diferencia, 11, 13, 9, en los que hemos abusado mucho del bote. Hemos jugado con pocos pases y con eso ellos nos han colapsado bien. Han estado muy bien en el uno contra uno y hemos jugado con pocos pases extra, y no hemos estado cómodos. Al final, ellos también han encontrado algunos tiros liberados que no han acertado y que nos han permitido cerrar el partido con mucha tranquilidad».
Insistió en poner en contexto la contienda y el resultado: «Evidentemente ha sido un partido de mucha tensión. Creo que es un partido típico de esta liga, de mucha dureza, de mucha intensidad, y en estos campos es dónde, consiguiendo victorias, los equipos crecen y son capaces de construir».
Tampoco pasó por alto lo mucho que está en juego para todos los contendientes: «En este tramo de la competición, cuando los equipos nos estamos jugando tantísimo, por arriba, por abajo, por el medio, los partidos se ven muy cerrados. Veía un rato, antes de empezar, el de Zamora contra Castellón, y es verdad que Zamora anota 58 puntos, y luego ves el final y son 85 o algo así. Es decir, que luego, cuando llega el momento de la verdad, las cosas se aprietan».
Volviendo al choque con el Oviedo, recordó que el conjunto asturiano es uno de los que impone un ritmo más alto, de muchas posesiones. Y subrayó que el Obradoiro había sabido frenar al rival: «Hemos hecho un buen trabajo en ese sentido, el de no dejarles hacer ese juego tan rápido, pero yo creo que también viene dado por el momento de la temporada en el que estamos, es el último tercio y aquí sabemos que cada balón cuenta, ya no digo cada partido, cada balón cuenta».