Nacho Varela, base del Obradoiro: «Hace cuatro años, en el Estudiantes, no era tan consciente de la presión»

ANDAR MIUDIÑO

Apenas siente molestias en la espalda y ve al equipo en la buena dirección
18 mar 2025 . Actualizado a las 19:20 h.Nacho Varela (Chile, 2000) comparte el timón del Monbus Obradoiro con Faggiano. Curiosamente, los dos coincidieron en el Estudiantes, equipo que este sábado visita Sar. El base va dejando atrás las molestias en la espalda que en algún momento lo tuvieron fuera de combate.
—¿Cómo van esos problemas físicos?
—La verdad que mucho mejor. Aquí el trabajo que se hizo con los médicos y Alex, el fisio, ha ido bien. Sí que es verdad que me queda una pequeña molestia, pero no es nada que me impida en el día a día, como estaba antes, de incomodidad. Me noto mucho mejor, ya van varias semanas que no he notado apenas molestias. Bastante bien y bastante contento por eso.
—El del Estudiantes es un partido más, pero va a dar muchos datos.
—Están ahí a un partido del primero, un equipo con mucha historia, que lleva intentando ascender, creo que este es el cuarto año. Estamos en una época en la que todos los partidos son importantes. Somos conscientes de que va a ser un choque muy duro, de la calidad que tienen los jugadores. Va a haber que controlarlos.
—Usted jugó en Estudiantes, con Faggiano. ¿Mantiene contacto con algún integrante?
— Sí, bueno, con Adams Sola, con Héctor Alderete, que son los que cuando llegué a España, en el 2017, ya estaban ahí en Estudiantes. También con gente del staff, con Fito, con Manu que está también ahí, con Cabrerizo... Siempre que voy o que jugamos en contra tenemos una relación muy bonita. Es bonito también tener esas amistades en distintos equipos.
—¿Ya los ha llamado para saber de las turbulencias, con la destitución de Pedro Rivero y el fichaje de Lezkano?
—Creo que los tomó a todos por sorpresa, viendo cómo estaba la situación en que estaban, ganando. Son cosas que pasan en este negocio y ellos sabrán muy bien por qué habrán tomado esa decisión.
—Jugó en el Estudiantes, ahora en el Obradoiro. ¿Son dos clubes en los que se nota especialmente la presión por ascender?
—Sí, sí. La verdad es que cuando estuve en el Estudiantes, hace cuatro años, más joven que ahora, no era tan consciente de la presión. Ahora, en el Obradoiro, que soy un poco más mayor, con más experiencia en todo esto, pues sí que la noto y me doy cuenta de las distintas situaciones que hay en cada equipo, ya sea luchando por ascender, por meterse en play off o por no perder la categoría. Pero sí que es verdad que en estos equipos con mucha historia, que pasan muchos años en la ACB, cuando bajan, pues la presión es mucha y la exigencia máxima.
—La pasada campaña ascendió con el Lleida, que también tiene pasado ACB. Pero quizás no había tanta urgencia.
—La situación de cada equipo es distinta. Fue una temporada especial. Empezamos mal, pero siempre tuvimos la mentalidad de ir a por todas. Y salió bien. Ojalá se repita la historia. Ahora llevamos una buena racha. Estamos sacando partidos que, a lo mejor, al principio no podíamos o nos costaban mucho.
«El objetivo es ser constantes los cuarenta minutos»
Los fichajes de Balvin, Andronikashvili, Brodziansky, Lucas Faggiano y Alex Barcello le han dado otra dimensión al Monbus Obradoiro.
—¿En qué ha cambiando el equipo?
—La calidad de los que han llegado se nota. Con más partidos y más entrenamientos se va viendo al equipo más rodado. En situaciones difíciles mantenemos más la calma que al principio y estamos ganando partidos que antes se nos escapaban por pequeños detalles. El equipo está teniendo esa solidez, la mentalidad de conservar la calma y el convencimiento de que si hacemos nuestro trabajo pues nos vamos a llevar el resultado.
—Diría que han dado un paso o dos en defensa, pero todavía falta fluidez en ataque.
— Sí, creo que hemos estado muy sólidos en esa defensa, que ha sido la que nos ha dado los partidos. Y en ataque sí que es verdad que nos cuesta encontrar ese ritmo. La situación en el partido es que tenemos buenos minutos, pero no es algo constante. Es algo que estamos trabajando y estamos intentando encontrar esa fluidez, por decirlo así. Pero al rato, yo creo que el equipo juega muy bien. El objetivo es ser constantes los cuarenta minutos.
—El domingo el Estudiantes encajó más de noventa puntos y ganó. ¿Viene una máquina ofensiva?
—Estuvieron los dos equipos muy acertados. Todos sabemos la calidad que tiene el Estudiantes, jugadores como Granger, o como Kravic, Smith, Francis, ahora también Joaquín Rodríguez... Tiene muchas armas. Nosotros también tenemos lo nuestro y somos conscientes de que aquí, en casa, nos tenemos que hacer fuertes. Estamos enfocados y motivados, sabemos que va a ser un partido duro y también muy bonito para la afición que nos viene a apoyar.
—Dos bases, cuatro escoltas y dos aleros. Casi vale cualquier combinación de tres. ¿Es una ventaja o un inconveniente?
—Creo que es algo positivo. Al tener tantos jugadores en esas posiciones, no se nota tanto cuando sale uno y otro en las rotaciones. En la línea exterior cualquiera puede generar juego y eso lo veo como una ventaja. Caben varias combinaciones. Podemos jugar con dos bases, o con tres escolta. Es positivo. Al final, para el ataque te da muchas más oportunidades, muchas más chances de buscar otro juego. Quizás suframos un poco más en el rebote, pero lo tratamos de compensar ayudándonos unos a otros. Por otra parte, en velocidad somos más peligrosos.
—Ahí iba yo, los problemas para cerrar el rebote en los últimos partidos.
—Lo sabemos y trabajamos durante la semana para tratar de corregirlo. Pero también hay que ver que, a pesar de ello, sacamos los partidos adelante, y eso es positivo.
«Por este partido no se puede echar a perder todo el trabajo ni pensar que está todo hecho»
Ganar al Estudiantes implica el riesgo de caer en un exceso de confianza. Una derrota podría abrir la siempre peligrosa jaula de las dudas. El del sábado es una contienda que puede influir mucho y de muchas maneras en lo que queda de campeonato.
—¿La gestión emocional del partido, cualquiera que sea el resultado, puede ser clave?
—Ahora mismo es muy importante ver que estamos sacando los partidos. Y, estoy de acuerdo, porque pase lo que pase quedarán ocho jornadas. Estamos escalando puestos, estamos ahí manteniendo un poco de solidez. Este partido no nos puede echar a perder todo el trabajo que llevamos haciendo ni llevar a pensar que está todo hecho. Debemos ser conscientes de que lo estamos haciendo bien y que hay que seguir por ese camino, pase lo que pase.
—Moncho Fernández decía que esta categoría da una, dos y hasta tres oportunidades ¿El Obradoiro está en la tercera?
—Esperemos que así sea. Esta liga es bastante dura. Cualquiera le puede ganar a cualquiera. El Burgos pierde con el Alicante, el Morón empieza a ganar ahora, el Tizona también le gana a Fuenlabrada el otro día... Es una liga muy complicada. Al final, si te relajas un poco puede pasar cualquier cosa. Me acuerdo del año pasado, que pensamos que todo estaba decidido y en las últimas tres jornadas se apretó todo. Aún queda mucho. Tenemos que estar tranquilos y seguir haciendo nuestro trabajo, que al final en esta liga puede pasar cualquier cosa.
—¿Cruzarse con Granger es una motivación añadida?
— Sí, jugar contra jugadores así, con tanta experiencia y con tanta calidad, siempre te da esa motivación y ese plus extra. Yo creo que lo que está haciendo esta temporada es, no sé si se había visto antes, mantener esa constancia, meter puntos, asistir. Está en un nivel muy alto. No solo es Granger, el Estu es un equipo grande y esperemos que venga toda la gente a apoyarnos, como hace siempre, porque va a ser un partido muy importante.
—¿Cómo puede influir el estreno de Lezkano en el banquillo estudiantil?
—Es un entrenador al que le gusta correr, pero no sé si le dará tiempo a cambiar muchas cosas. Repito lo que ya decía antes, el Estudiantes es un equipo con mucha calidad. Quizá basa mucho su juego en la línea exterior, igual que nosotros, pero tiene muchos recursos. También es un equipo con muchos puntos.