El pívot grande, ande o no ande

Miguel Gómez EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

22 mar 2025 . Actualizado a las 23:21 h.

En mi casa somos todos de Selasi. Lo ves moverse por el campo, con esa presencia física, siempre cerca de la jugada cuando toca defender, siempre cerca de la jugada cuando toca atacar, siempre cerca de imponerse, pero sin acabar de conseguirlo. Somos muy de Selasi como somos muy del Obra, que, ahora sí, parecía cerca de imponerse a uno de los grandes. Y el inicio del partido reforzó esa sensación.

El Obra tiene más «volumen» en el interior que Estudiantes y Balvin dominó el primer cuarto. Kravic podría hacerle sufrir en carrera, pero tienes un problema si tu cinco quiere correr más que tu uno. Enseguida, Lezcano lo sentó sin que Barro solucionase nada. Acostumbrado a los marcadores bajos, sonó la bocina, vi el 26 en el electrónico y me levanté para ir al bar; pero no, era el primer cuarto.

No mejoró Estudiantes en el segundo. Ataques deslavazados. Granger bota que bota y meto porque me toca, pero a su ritmo. Kravic desesperado. Cuando ayudaba en el directo nadie defendía la continuación de Balvin. Cuando corría, le pasaban el balón fuera de la pista. Cristian Díaz quiso subir la intensidad y se cargó con tres faltas. 47-37 al descanso, y gracias. Sin encontrarse en defensa ni en ataque, los jugadores de Estudiantes se fueron castigados a la incómoda silla de pensar. Pedro Rivero acariciaba un gatito en el sofá con masaje de su salón.

Con Rubio al cuatro, después Andric, tentando al Obra a jugar interior con Brodziansky y abrir a Balvin, colapsando la zona con el defensor del lado fuerte (?), a pesar de conceder algunos triples, bajaron el ritmo anotador del Obra. Granger a lo suyo, y un poquito de Joaquín Rodríguez y Schmidt, bastó para meter a Estudiantes en partido.

Se pusieron a dos, pero un par de triples de Nacho Varela y Faggiano dieron aire al Monbus Obradoiro y un par de resbalones de Granger y un «par más uno» de Brodziansky devolvieron el más 12 a falta de 3 minutos. Se precipitó el Movistar Estudiantes buscando la remontada y cuando Lezkano se acordó del basquetaverage ya era tarde. Miau, dijo un lindo gatito.