
La baja de Balvin no es cosa menor. Mientras solo sea eso. Por un lado están el Yin y el Yang, el interior y el exterior, juegos opuestos y complementarios pero interconectados. Por otro está el Zheng, aceptar las cosas como vienen. Y Balvin no estaba hoy. Dicho de otra manera, es cosa mayor. En cualquier caso, el plan B, el plan C del Obra, es mejor que el plan A de la mayoría de equipos.
De salida, Félix Alonso emparejó a Stevic con Larsen y optó por Brodziansky al 4. Costó generarle espacios a Vlado y fueron Faggiano y Nacho Varela, desde 6,75, quienes llevaron el peso anotador del Obra. Larsen con un par de canastas y un par de asistencias, sostenía a Alicante en partido. Las rotaciones llevaron a Larsen y Kacinas al banco y Félix aprovechó para jugar con Micovic y Galán como «falsos interiores». Si en el primer cuarto no se veían espacios, ahora los había por todas partes. En poco más de 1 minuto 28-19 y tiempo muerto visitante. 33-19 y Kacinas, King y Larsen de vuelta a la pista. De poco sirvió, porque los exteriores locales tenían afinada la punteria y Stevic aportaba defensa y rebote. 49-30 al descanso.
El Obra, si no te mata, es porque te está cebando. En un par de minutos 5-0, que no parecerá mucho, pero te sacó tres faltas y una técnica. Tres minutos después el marcador te dice: en ocasiones veo muertos. Miras y estás 30 abajo. Con Larsen y Kacinas en el banquillo, parecía que Alicante pensaba ya en el próximo partido. En cambio, el Obra estaba más pendiente de mirarse en el espejo que de la defensa zonal y, guiados por muy buenos minutos de Rodríguez, los visitantes fueron limando la desventaja. Mientras solo sea eso.