
El colectivo de Félix Alonso se diluyó en la segunda parte, sobre todo en el tramo final, en el que encajó un parcial 19-6
27 abr 2025 . Actualizado a las 23:02 h.El Monbus Obradoiro sufrió una derrota preventiva en Fuenlabrada: 84-68. Lo peor es que el equipo no se sintió cómodo en ningún momento, salvo unos minutos del segundo cuarto. Y se descosió en el último acto. En general, ni defendió bien ni atacó bien. No fue capaz de encontrar posiciones aceptables para sus francotiradores. Y, a tenor de como fue el partido, los madrileños están uno o dos puntos por delante en cuajo. Lo mejor es que, a veces, viene bien una sacudida para tomar nota y corregir. Puede valer como atenuante que no jugó Balvin, pero tampoco lo hizo Nzosa. Torre por torre. En la segunda parte el equipo se quedó en solo 28 puntos.
El conjuntos santiagués empezó el choque muy fuera de punto ante un rival mucho más vivo, tanto en defensa como en ataque. El Fuenlabrada hacía valer sus superioridad física en los emparejamientos, incluida una buena actividad en el rebote ofensivo. En un visto y no visto firmó un 8-2.
Las rotaciones de Félix Alonso ayudaron a equilibrar la contienda. Álvaro Muñoz añadió centímetros al perímetro, el equipo empezó a cerrar mejor los espacios atrás y por ahí comenzó a limar diferencias. El primer cuarto acabó con un ajustado 23-22.
Los árbitros optaron por pitar mucho los contactos, aunque a veces con algunas decisiones sorprendentes. En todo caso, a la par que iban cayendo las personales, sobre todo en el lado local, los dos equipos tenían que medir su intensidad.
El Obradoiro encontró sus mejores minutos alrededor de Oliver Stevic, sólido en la retaguardia y clarividente para manejar hilos en ataque desde el poste alto. Llegó a coger una renta de nueve puntos, que se quedó en tres porque el Fuenlabrada cerró el segundo capítulo con un 8-2. Atrás quedaban veinte minutos en los que ninguno de los dos contendientes consiguió soltarse ni coger ritmo.
El partido se le complicó al Obradoiro en el tercer cuarto por la confluencia de varios factores. Empezando por el acierto local en la larga distancia. El Fuenlabrada es un equipo físico, pero con mucha amenaza en el triple. Entre Jorgensen, Munnings y Durán se repartieron cinco, por ninguno en el otro lado.
Los árbitros consintieron más la defensa con las manos que en la primera parte. Y el Obra, sin triples, fallón en el tiro libre y sin conseguir atornillar atrás, se atascó. Entró en el último cuarto cinco abajo: 58-53.
Por un momento pareció que Barcello podía sostener al equipo. Apareció con un par de triples, el segundo para poner el 65-62. De ahí al final lo que hubo fue un festival local, un parcial 19-6 demoledor. No es que el Obradoiro se atascase, es que se apagó. Y lo pagó con una contundente derrota.
Ficha técnica
Fuenlabrada 84: Westermann (9), Jorgensen (18), Munnings (22), Mc Grew (3) y Lotanna (12) -cinco inicial-. Matulionis (2), Zurbriggen (1), Bilbao (3), Durán (13), Iván Cruz (1), Okito y Torrero.
Obradoiro 68: Faggiano (11), Quintela (4), Davison (3), Brodziansky (2) y Stevic (12) -cinco inicial-. Galán (8), Micovic (4), Millán Jiménez (2), Nacho Varela (8), Barcello (10) y Álvaro Muñoz (4).
Parciales en cada cuarto: 23-22, 14-18, 21-13 y 26-15.