Cuando hace unos días el ministro de Interior Mariano Rajoy anunció que de momento no se iba a sacar adelante la normativa que permita la subasta de los bienes incautados a los narcos antes de que se dicte sentencia, muchos no pudieron evitar volver los ojos a Vilagarcía para observar cómo Vázquez Taín saca a subasta o deja en depósito los barcos sin necesidad de leyes nuevas, sólo aplicando otra ya existente que permite este trámite siempre que se trate de artículos perecederos. Y los barcos lo son. No hay más que preguntar a los puertos obligados a destinar buena parte de su superficie como cementerios de buques olvidados desde hace años por la administración que los tutela.