Los conjuntos catalanes se llevan con comodidad y ventajas abultadas sus respectivos partidos La garra se convirtió ayer en el factor determinante del duelo más atractivo de la segunda jornada del Campeonato de España Sub 20 de baloncesto. El Unicaja de Málaga, con una mayor demostración de pasión, se llevó su duelo con el Pamesa Valencia tras un final de infarto, con prórroga incluida. Con corazón, pero también con mucha cabeza, los andaluces se hicieron merecedores de la victoria (83-81). Por su parte, Manresa, Joventud y Barcelona ganaron sin problemas a Lugo, Cáceres y León.
14 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.La segunda jornada del campeonato comenzó con un partido sin historia. Tras caer un día antes contra el Unicaja por 29 puntos, el Breogán de Lugo volvió a demostrar ayer su papel de comparsa de la cita nacional al perder por un escandaloso 51 a 107 frente al Minorista.net Manresa. El programa continuó ya de tarde con un Cáceres-Joventud que apuntaba a un probable triunfo verdinegro. El pronóstico se hizo bueno al final, pero no sin ver antes unos 20 primeros minutos en los que los cacereños supieron mantenerse con éxito en el encuentro. Quien pareció hallarse en disposición de dar la sorpresa del día fue el León. Al menos durante los primeros 13 minutos de su choque con el Barcelona. Un parcial de 12 a 4 nada más comenzar la contienda encendió las luces de emergencia blaugranas, que no se apagarían hasta el minuto 16. Entonces, un parcial de 0-9 colocó a los de Flores al mando del partido. Mando que ya no dejarían más, amparado en una ventaja que no dejó de ir en aumento hasta llegar a una máxima de 27 puntos en el último cuarto. Unicaja y Pamesa se empeñaron, por su parte, en ponerle emoción a su encuentro. Constantes alternativas en el marcador, casi siempre en favor de los valencianos, terminaron en una prórroga solucionada sólo a medio minuto del bocinazo final.