AREOSO | O |
16 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.PARECE que tenemos un planeta nuevo o, mejor dicho, ahora nos enteramos de que existe un nuevo objeto celeste por el Sistema Solar. El descubrimiento es, como no, de la NASA y vuelve a poner de manifiesto el interés que tiene este mundo por conocer lo que pasa en los de más allá. Hoy es el Sedna, hace dos días estábamos hablando de Marte y seguro que mañana se producirán nuevos hitos en la carrera espacial. Los descubrimientos siempre estuvieron ligados a la evolución de nuestra especie y nuestra historia, y bien está. Pero ¿por qué no nos dedicamos a descubrir, también, lo que tenemos más cerca, que no por sernos más próximo es necesariamente más conocido? Les hablo de los fondos marinos. Las simas oceánicas de la Tierra resultan un medio tan hostil y lejano que los científicos y gobiernos parece que prefieren mirar para arriba en vez de sumergirse en las profundidades. Si hay talento y dinero para ir a Marte no estaría mal emplear parte de estos recursos en conocer un poco más nuestros mares. Por interés -el petróleo ¿qué se yo?-; por seguridad -para reaccionar mejor ante catástrofes como la del Prestige -; o aunque sea sólo por curiosidad.