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Ladridos con muchos decibelios

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso VILAGARCÍA

AROUSA

VÍTOR MEJUTO

Reportaje | Cuatro perros chafan el descanso veraniego de una familia La tranquilidad de la zona de As Sinas se ha terminado. Así al menos piensa Ramón Porto, que ha trasladado sus denuncias a la Guardia Civil, policía local y al Concello

27 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Ramón Porto y su familia residen en Vilagarcía, pero todos los años aprovechan el buen tiempo para disfrutar de su casita de As Sinas. Al menos así lo hicieron durante los últimos veinte años, pero este verano su tranquilidad se ha terminado. Cuatro perros son los responsable de que en los últimos dos meses apenas puedan descansar por las noches. A pesar de que sus ladridos tienen decibelios suficientes como para molestar a los vecinos, no han conseguido que nadie acabe con su problema. Y no será por sus protestas: hasta ahora han recurrido a la Guardia Civil, a la Policía Local de Vilanova, al Concello, al Seprona y hasta al juzgado. El pasado 2 de junio el afectado llegaba a su vivienda de as Sinas dispuesto a pasar un tranquilo verano. Poco se podía imaginar que ése sería el comienzo de una pesadilla con la que todavía hoy sigue soñando. Los cuatro perros que tiene su vecina no paraban de ladrar en todo el día. Tampoco cesaban por la noche y, tras unos días soportando los ruidos, decidieron hablar con la propietaria de los animales. Primero les explicó que tenía que llamar al veterinario, después que uno de los animales estaba en celo y, por último que les iba a poner un bozal. Pero tras un mes de protestas y en vista de que no se cumplían ninguna de las promesas decidió recurrir a las autoridades. «Hay un perro que debe estar enfermo o loco porque se pasa toda la noche intentando morderse el rabo y no para de ladrar», explica al tiempo que sostiene que el ruido es ya insoportable «porque llevamos dos meses sin descansar». La ley en la mano Ramón decidió entonces estudiar toda la normativa sobre la tenencia de animales. Explica que, según la ordenanza municipal, el Concello podrá adoptar las medidas oportunas para evitar las molestias al vecindario. También la Ley 1/1993 afirma que, previa apertura de un expediente, se podrá ordenar el aislamiento de aquellos animales en cautividad que perturben la tranquilidad de los vecinos. Con la ley en la mano, presentó la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, también remitió un escrito al Concello. Mientras, las excusas de su vecina se fueron acabando «y llegó a decirme que si me molestaban los perros me fuera a vivir a otra parte», afirma. En vista de que ninguna autoridad tomaba medidas contra el problema, volvió a denunciar la situación en el Seprona y en el Concello e incluso llegó a presentar una denuncia en el juzgado. «Ahora me dice que todo podría arreglarse dentro de dos meses, pero yo necesito que se haga justicia ahora», sostiene. Pide justicia Ramón Porto explica que lo único que pretende con sus protestas y quejas es que le dejen descansar en paz. «Solamente estoy pidiendo ayuda y justicia», asegura este vecino de Vilagarcía.