Vilagarcía reducirá su presencia institucional en actos religiosos

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor VILAGARCÍA

AROUSA

VÍTOR MEJUTO

Todos los grupos, salvo Rivera, aprobaron la moción de EU-IU El PP apoyó un texto que se felicita por el «matrimonio» gay, contra el que votó en el Congreso

29 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

El último pleno de Vilagarcía hizo buena la archiconocida frase de Winston Churchill sobre los extraños compañeros de cama que hace la política. Y no porque lo que se estuviera debatiendo fuese una moción sobre el matrimonio homosexual, sino porque este asunto logró que, por una vez, se pusieran de acuerdo todos los grupos de izquierda -PSOE, BNG y EU-IU- y, lo más sorprendente, que incluso el PP, no sin cierta confusión entre sus concejales, terminase apoyando un texto que, literalmente, dice: «O Concello de Vilagarcía felicítase pola próxima reforma do Código Civil, en virtude da cal as parellas do mesmo sexo poderán contraer matrimonio con iguais dereitos e obrigas que o resto de parellas». El PP dio así su visto bueno en Vilagarcía a la ley de matrimonio homosexual contra la que ha votado en el Congreso y en el Senado y contra la que se ha manifestado junto a la Iglesia Católica por las calles de Madrid. Los ediles arousanos, al contrario que la directiva de su partido, no tuvieron reparos en alabar la ley que consagra las parejas homosexuales como matrimonios y no como uniones civiles, como pretendían los conservadores. La contradicción no pasó por alto a los grupos de izquierda. Manuel Rico (BNG) y Juan Fajardo (Esquerda Unida-IU) llamaron la atención del portavoz del PP, Tomás Fole, al cual acusaron de pertenecer a un partido «que dí unha cousa no Congreso, outra no Senado e outra distinta neste pleno». El voto de Marta Rodríguez Esa contradicción tampoco pasó por alto para la concejala del PP y ahora diputada autonómica Marta Rodríguez Arias, que no levantó su mano al mismo tiempo que sus compañeros y que intercambió con el portavoz una mirada de extrañeza y unas palabras antes de alzar su brazo. Otra edil, Maribel Fernández, se había ausentado del pleno justo antes del debate de este asunto, aunque no explicó los motivos. Pero además de felicitarse por la nueva ley y de garantizar que el Concello no pondrá ningún obstáculo para casar a parejas del mismo sexo, la moción presentada por Juan Fajardo tenía un asunto aún más espinoso. El concejal de EU proponía que el pleno mostrase su disconformidad con las manifestaciones de la Iglesia contra el matrimonio gay y que, a partir de ahora, el Concello dejase de participar institucionalmente en actos religiosos. El texto planteaba problemas a PSOE y BNG, que no querían que la resolución pudiera entenderse como una revancha contra la Iglesia por parte del Concello. El alcalde, Javier Gago, planteó una propuesta alternativa no sin antes dejar claro que consideraba excesiva la presencia institucional de Ravella en actos religiosos municipales. El regidor propuso eliminar de la moción toda referencia a este asunto a cambio de comprometerse a celebrar una junta de portavoces antes de fin de año en la que se analice a qué actos debe acudir el Ayuntamiento y a cuáles no, lo que en la práctica supondrá una reducción de su presencia en estas ceremonias. El PP también dio su visto bueno a esta propuesta, a la que sólo se opuso Rivera Mallo reivindicando su condición de «católico practicante».