
Figura entre las cuatro de máximo nivel que la Agencia Tributaria proyecta para Galicia De llevarse a cabo la reforma ampliaría su área de influencia hasta los municipios de Deza-Tabeirós
04 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.La Agencia Tributaria ha hecho llegar a los sindicatos un proyecto de reestructuración de las oficinas abiertas en España en el que reserva un puesto de honor a la de Vilagarcía. En su plan de concentración de las principales funciones de gestión territorial de mayor tamaño, al servicio arousano se le reserva un puesto de nivel 1. El objetivo de la Agencia Tributaria, de llevarse a cabo, es especializar en algunas oficinas el control contra el fraude a mayor escala. De esa manera, las empresas de mayor tamaño y los contribuyentes que manejan más cantidad de dinero tendrán que responder de sus ingresos en dichas oficinas. Aunque todavía no se diseñó el futuro mapa, sí se sabe que de las 17 delegaciones que la Agencia Tributaria tiene ahora en Galicia sólo cuatro serían de máximo nivel, entre ellas, las de Santiago y Vilagarcía. Carballo, Ferrol u Ourense pasarían a ser de nivel 2, y Cee, Ortigueira, Carballiño y Celanova, de nivel 3. Funciones Las de primer nivel seguirían realizando todo el trabajo. Las de segundo nivel se dedicarían a resolver las declaraciones de la renta de los autónomos con módulos, mientras que las de tercer nivel se limitarían a informar y resolver las declaraciones de los trabajadores por cuenta ajena. Algunos sindicatos ya han hecho público su malestar por este proyecto que, como aclaró ayer José María Mollinero, vicepresidente de Técnicos financieros de Economía y Hacienda, de momento no es más que «una declaración de intenciones». A su entender, perjudicaría tanto a los contribuyentes como a los funcionarios. A los primeros, porque los empresarios se verían obligados a trasladarse a otras localidades para responder a sus obligaciones con el fisco. Los de Ribeira, por ejemplo, tendrían que desplazarse a Santiago, y los de A Estrada, a Vilagarcía, una posibilidad que ya ha dado lugar a quejas en ambas localidades. En cuanto a los trabajadores, los sindicatos son conscientes de que esta reestructuración obligaría a trasladar de unas oficinas a otras a parte de los funcionarios, ya que en las de tercer nivel sobraría personal y faltaría en las de más categoría. «Y es de suponer que unas oficinas se quedarían demasiado grandes y en los sitios en los que se concentran los servicios habría que alquilar otras mayores, con el gasto que eso supondría», dice Mollinero. Nuevas tecnologías Para este sindicato, la concentración de los servicios va en contra de unos de los principios que se había marcado la Agencia Tributaria, el de acercarse a los ciudadanos. La asociación de técnicos financieros cree también que uno de los objetivos de esta reestructuración es obligar a los grandes empresarios, que tienen a su servicio asesores de empresas, a utilizar los medios informáticos que pone a su disposición la Agencia Tributaria y que les evitaría esos desplazamientos. «Pero eso no puede ser algo obligatorio, el uso de Internet debe ser voluntario, y hay asesores que se niegan a dar sus datos a través de la red». Al sindicato le sorprende también que la Agencia Tributaria les haya entregado este proyecto cuando todavía no está aprobado, y sospecha que es una especie de globo sonda para ver cómo reacciona el sector. No es la única central que critica el plan. Antes lo hizo también el Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria.