
ENTRE LÍNEAS
02 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.TIENE veintitantos, es rubia de bote y todo un símbolo del cine erótico, que no pornográfico. Su menudo cuerpo delata horas y horas de gimnasio y sus senos alguna que otra sesión de quirófano. Ayer fue la sensación en Fexdega. Y eso que tuvo que competir con la inauguración de la feria de la construcción, el vicepresidente de la Xunta y lo más granado de nuestra clase política. Sin embargo, en cada corrillo sólo se oía su nombre. Todo el mundo quería saber cómo era en persona toda una actriz X. Así que esta chica que lucía espectacular ante las cámaras salió después a tomar un vino junto a políticos, periodistas y curiosos. Nadie reparó en ella. Vestida, con su chupilla vaquera y sin sacar pecho, es una chica normal. Nada espectacular. Esta lección me consuela. Quiere decir que cualquiera puede ser una estrella. Hasta del porno.