Crónica | Los hijos de Peixeiro y de Pincheiro se ven de nuevo las caras Unos días después de que el hijo de J0sé Manuel Chaves empotrara su coche contra el del asesino de su padre, los vástagos de las dos familias se enfrentaron en Cambados.
26 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Ocurrió hace quince años, cuando José Manuel Chaves acudió a la que sería su última reunión con otras cuatro personas con las que, presuntamente, mantenía negocios relacionados con el contrabando de tabaco. No volvió vivo a casa. Al parecer los antiguos socios mantuvieron una discusión que acabó en tragedia, cuando en un monte de Caldas fue tiroteado el vecino de Pontearnelas más conocido como Peixeiro. Otro de los presentes en el encuentro, Manuel Ozores, que luego se tuvo que enfrentar a una acusación por asesinato, lo llevó personalmente a un centro sanitario, pero ya nada se pudo hacer por salvar su vida. Aunque Pincheiro sostuvo que fue un accidente, soportó una condena que lo tuvo doce años apartado de la circulación, en prisión por un delito de homicidio. Una vez en libertad, Ozores Parracho se instaló en Sanxenxo, pero la familia del fallecido se las tenía guardadas. La semana pasada un hijo de Peixeiro se cruzó con el asesino de su padre en la carretera que va de Cambados a Vilagarcía. Ni corto ni perezoso, apretó el acelerador y, sin preocuparse de la circulación, dio la vuelta al coche e inició una persecución que le obligó a realizar algunos adelantamientos temerarios hasta alcanzar su objetivo, el Mercedes en el que Pincheiro se dirigía hacia Vilagarcía. Lo embistió, y después se bajó del coche para seguir profiriendo insultos y amenazas contra el vilanovés. Como no hubo denuncias entre ambas partes, se instruyeron diligencias por una infracción de tráfico, aunque el asunto llegará a los juzgados, ya que el joven podría enfrentarse a una acusación por conducción temeraria. La calma chicha de los días posteriores permitió rememorar los hechos ocurridos hace ya quince años, y las fuerzas del orden no disimularon su temor de que se produjesen nuevos enfrentamientos entre ambas familias que podrían acabar en otra tragedia. Antecedentes no faltan en la ría de Arousa, que en los últimos meses asistió al despertar de los sangrientos ajustes de cuentas entre bandas organizadas. Segunda generación Y aunque de momento la sangre no haya llegado al río, todo parece indicar que la segunda generación de los protagonistas de aquel triste episodio no están dispuestas a enterrar el hacha de guerra. Sólo tres días después del incidente de tráfico, los hijos de Chaves Corbacho y de Ozores Parracho se volvieron a ver las caras en Cambados. Los dos se habían acercado a la capital del albariño para disfrutar de la movida cambadesa y el destino los hizo coincidir. Según testigos presenciales, los insultos y las amenazas salieron otra vez a relucir. Son episodios que ya empiezan a ser habituales en Arousa. Hace unos meses hubo en Cambados otro choque intencionado entre dos vehículos en los que viajaban varios jóvenes que se enfrentaron por un presunto timo en la venta de una partida de droga. De mayor trascendencia fue el ajuste de cuentas que tuvo lugar en diciembre, en el escenario de un viejo molino de Castrelo donde aparecieron muertos y calcinados los primos Feijoo. Las pesquisas de la Guardia Civil permitieron detener a los presuntos autores materiales del crimen, pero sobre los intectuales aún hay dudas.