Quienes ayer por la mañana decidieron dar un paseo por la playa de Cabodeiro se toparon con una desagradable sorpresa: alrededor de medio millar de mújeles se amontonaban sobre la arena. Tras ser alertado, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil acudió al lugar de los hechos. A última hora de la mañana, buena parte de los animales muertos ya habían sido retirados, pero aún quedaban restos de la desagradable imagen flotando en las aguas y esparcidas por la arena.
En la cofradía apuntan a que los mújeles podrían proceder de un barco de pesca que decidiese deshacerse de su carga «porque non se paga», en palabras de Benigno Chaves, patrón mayor de la cofradía isleña.