Si las fotos fueran en blanco y negro, las imágenes tomadas ayer en Cordeiro (Valga) parecerían más propias del año cuarenta que del siglo XXI. La finca O Pradiño acogió una siembra de trigo como las de antes, aunque con las cámaras de la TVG emitiendo en directo. Fue A Sementeira , una actividad organizada por el auditorio municipal en colaboración con Proxecto Ronsel, que tiene por objetivo mantener vivas las tradiciones y la cultura del pasado de modo que las futuras generaciones sepan como trabajaban sus abuelos, cuando el campo era, también, una forma de vida. Los protagonistas de la mañana. Los alumnos de los colegios Xesús Ferro Couselo y Baño presenciaron escenas que casi son reliquias. Ver a dos vacas, Gallarda y Rubia, tirando de un arado de palo es algo excepcional, porque ni quedan ya vacas ni mucho menos yugos, aunque en Valga fueron capaces de recrear esta estampa para la ocasión. En la leira había docenas de hombres y mujeres que hoy hacen como pasatiempo lo que en su juventud les daba el sustento. José, con más de 90 años, todavía puede dar lecciones de como se coge un sacho. Y María, con 86, de como se canta y se toca la pandereta. Ella junto a Lola, Olga, Nela, Rosa y la otra María forman el grupo de pandereteiras de Moldes desde hace más de 40 años, y ahí siguen, con buen humor y como testimonio viviente del folclore popular. Entonces, recuerdan, la siembra, la siega y a malla era un pretexto para montar una fiesta. En la sementeira de ayer no faltó ni la música ni la comida: queso, chorizos y sardinas con pan y vino. Eso sí, la merienda tradicional se convirtió en aperitivo.