Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La crisis empuja a los parados a buscar trabajo en el sector pesquero

R.E.

AROUSA

La incorporación de nuevas mariscadoras en algunos pósitos no absorberá a todas las aspirantes

06 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Hace tiempo que el sector pesquero y marisquero arousano padece en sus carnes el ahogamiento que produce la crisis. Los precios llevan meses cotizando a la baja en las lonjas. Los bolsillos de marineros y mariscadoras se resienten, y ni siquiera pueden aplicar el viejo método de trabajar más para ganar lo mismo: la ría no siempre puede poner más de su parte. El horizonte es negro en el mar. Pero más negro resulta aún en tierra. Por eso, son muchos los arousanos que buscan en puertos y playas una vía de escape que los aleje de la crisis.

El trabajo de mariscadora, pese a sus durezas, siempre ha resultado atractivo para las arousanas. Exige esfuerzo y sacrificio físico, pero a cambio ofrece la posibilidad de conciliar realmente el trabajo y la vida familiar. Este año, con la crisis galopando, el número de candidatas para entrar en las agrupaciones arousanas se ha disparado. En O Grove, para 40 plazas creadas se presentaron 71 solicitudes. En Vilanova, donde van a dar entrada a 20 nuevas mujeres, hay más de 150 personas apuntadas en la lista de aspirantes. En Vilaxoán acaban de iniciar el proceso para incorporar a diez nuevas mariscadoras, y en la cofradía no paran de atender solicitudes de gente que pide información sobre los requisitos a cumplir. En A Illa y en Cambados no tienen pensado, de momento, habilitar nuevas plazas. Aún así, en la cofradía San Xulián han abierto una lista de personas interesadas en la que ya figuran más de 47 nombres.

Pero la búsqueda de trabajo en el mar no se acaba en las playas. En algunos pósitos han notado ya el regreso al mar de gente que había dejado ese trabajo para buscarse la vida en seco. Pero no solo se están produciendo regresos: la solicitud de cursos para obtener la titulación básica que permita trabajar a bordo de una embarcación también se ha disparado. En la cofradía de O Grove han percibido ese incremento en el interés por recibir «a formación que se require para poder enrolarse nunha embarcación». También en Vilaxoán han experimentado ese bum. El año pasado, la cofradía de esta localidad intentó organizar un curso básico de competencia marinera que tuvo que ser anulado por falta de gente. Este año han insistido y han vuelto a convocar el curso. «Y en esta ocasión hay mucha más demanda que plazas».

En la cofradía de A Illa no paran de celebrarse cursos formativos. Son muchos los ciclos en marcha, pero no los suficientes. «Hai xente que quere enrolarse e que non pode porque non hai cursos de capacitación», dicen desde las oficinas del pósito isleño. En estos momentos, en ese pósito se están realizando varios seminarios formativos. «A xente fainos para prepararse, para ver se logo lles sae unha ocasión de traballar». Los títulos se convierten en cartas que pueden ayudar a ganar alguna partida en el futuro. El curso de recolector de algas que ahora se imparte en el pósito isleño, por ejemplo, ayudará a sumar puntos a la gente que quiera hacerse con un pérmex de marisqueo a pie.

Los furtivos

No todos los que se ven empujados por la crisis hacia el mar deciden afrontar el complejo proceso que implica hacerse con un trabajo de esas características. En épocas de crisis, aseguran patrones mayores como el de A Illa, el furtivismo es una actividad en alza. Trabajar ilegalmente en el mar e introducir ilegalmente el fruto de ese trabajo en el mercado se convierte para muchos en una forma de completar sus ingresos. Evangelina Lago, la patrona mayor de Vilanova, ya no sabe qué pensar al respecto de esta polémica. «Hai xente que está moi apurada. Non se trata de xustificalos, porque non é iso. Pero hai xente que o está a pasar moi mal. Hai que poñerse no caso».