La situación que atraviesa el Gran Hotel empieza a pasarle factura desde el punto de vista de la ocupación. El cierre de 72 habitaciones del ala más antigua del edificio ha mermado en un 30% su capacidad de alojamiento y esto provoca que no pueda atender todos los compromisos adquiridos con sus clientes. Es el caso de la empresa Deloitte que ha cancelado una multitudinaria convención que iba a suponer no solo la ocupación de buena parte del Gran Hotel sino incluso de otros establecimientos de la isla de A Toxa.
Hesperia decidió cerrar estas habitaciones por razones de seguridad, después de que se derrumbase el falso techo de una de ellas meses atrás.
El Pastor ha encargado un informe a la firma Applus con el fin de evaluar el alcance de los daños del inmueble y, en función de los mismos, tomar decisiones sobre el futuro de estas habitaciones.