Los cómics de Ibáñez me acompañaron durante toda la infancia. Zipi y Zape, Mortadelo y Filemón, la 13 rue del Percebe y, entre otros personajes geniales, Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio. Es curioso cómo funciona el cerebro humano. La forma en la que asocia imágenes. Nada más saber que el Concello de Vilagarcía mantiene cerradas las oficinas municipales de Carril y Vilaxoán por, dicen, falta de personal, inmediatamente pensé en Pepe Gotera y Otilio. En que da la impresión de que estos dos chapucillas son los que manejan los designios de los vilagarcianos. Si hay algo que no le falta al Ayuntamiento vilagarciano es personal. Hay funcionarios y personal laboral a patadas. Tanto que de seguir esta crisis ya verán como en Ravella acabarán haciendo un ERE porque es muy posible que no puedan seguir pagando las nóminas de todos los empleados. Me pregunto qué tendrán que cerrar cuando eso suceda. Más que falta de personal, a mí me da la sensación que en Ravella lo que hay es falta de capacidad de gestionar los recursos públicos. En este caso, todo hay que decirlo, tienen en su descargo que no es fácil lidiar con los funcionarios. Pero no es de recibo que haya dos oficinas cerradas. Eso es lo que harían Pepe Gotera y Otilio. Una chapuza. A domicilio.