Renovación/relevo generacional

Javier Gago

AROUSA

08 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

No le falta razón al ministro José Blanco cuando afirma que hay jóvenes que enseguida se hacen viejos y mayores que siempre permanecen jóvenes. Con estas o parecidas frases, lo que se pretende explicar, con acierto, es que renovación y relevo generacional no son, al menos en el ámbito político, necesariamente lo mismo, y que lo primero no precisa, de forma imprescindible, de lo segundo.

Mientras que el relevo generacional, siempre deseable, obedece a razones de transcurso del tiempo, la renovación exige cambio en las actitudes, actualización de las ideas y adaptación continua al mundo de las necesidades y problemas que preocupan a los ciudadanos. No importa tanto la edad como la forma de enfrentarse a la vida y conectar y comprender a todas aquellas personas que esperan de ti una respuesta a sus inquietudes.

Por ello, cuando Zapatero procedió a la renovación de su gobierno, apostó por reforzar el papel del joven Rubalcaba, e incorporar a personas como Rosa Aguilar, Valeriano Gómez o Ramón Jáuregui, para dar más peso político a su gabinete y responder, con más fortaleza y credibilidad, a los retos actuales, renovación que prescindió del relevo generacional, sin que ello fuera obstáculo para que fuese mayoritariamente aplaudida.

Viene a cuento esta reflexión porque ya se han escuchado voces, en relación con las primarias del PSOE, que apuntan en la dirección de asegurar que Alfredo Rubalcaba es, metafóricamente hablando, el pasado, y Carme Chacón el futuro, el necesario relevo generacional. Pues bien, mal hacen aquellos que emplean este tipo de argumentos, sobre todo cuando las primarias ni tan siquiera han sido convocadas y tampoco es seguro que solo vayan a presentarse dos candidatos. Es deseable, por el contrario, que surjan más aspirantes, que a todos ellos se les apliquen las mismas reglas de juego, y que los militantes podemos elegir a aquel que nos demuestre, y por ende a la sociedad, un más que necesario espíritu renovador.

Así, y solo así, saldremos, partido y candidato, favorablemente fortalecidos de un proceso tan democrático y enriquecedor.