Cuando el trabajo da fruto

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

01 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Cambados Tenis de Mesa está en su mejor momento. Lo dicen desde el club y también lo cuentan los datos. Unos números que dicen que el primer equipo está en la División de Honor y que todos los demás conjuntos del club cuentan con jugadores procedentes de las categorías inferiores. La clave hay que encontrarla en los retratos que acompañan a estas líneas. Una muestra del buen hacer que últimamente acompaña a la entidad cambadesa.

Aquí sí que hay una edad mínima de entrada. Lo obligan las medidas de la mesa. Parece claro que el chaval debe tener la estatura suficiente como para poder ver las bolas que se le avecinan. Así las cosas, cuando el zagal tiene seis o siete años es el momento oportuno para introducirlo en este mundo.

La primera tarea es familiarizarse con ese elemento imprescindible para este deporte que es la raqueta. En el estreno, el material lo pone el club, pero poco tardan los padres del chaval en comprarle una. Llegan enseguida los juegos. Con dos intenciones: una, que el niño se vaya haciendo con el manejo del nuevo adminículo. Otra, tan importante como la anterior, que le coja el gustillo a este deporte. Todo ello a las órdenes de Fernando Padín y de un Kazeem Ahmed que ha conseguido contagiar su pasión por su trabajo a muchos jóvenes de Cambados.