La Escola, que presume de instalaciones, avanza en la especialización
04 mar 2012 . Actualizado a las 07:01 h.La Escola Universitaria de Enxeñería Técnica Forestal del campus de Pontevedra empezó en su actual ubicación en el curso 1996-1997. El edificio fue diseñado por el arquitecto José Ramón Rúa Rodríguez, que es también el responsable de la sede de Fisioterapia. El número de alumnos que cursan los estudios de Forestais es de 137.
Se trata de un grado que ofrece un amplio abanico de salidas laborales y que tiene una inserción próxima al 90 %, según fuentes del centro. Gestión de aprovechamientos forestales, consultorías de ingeniería, formación y educación ambiental, industria de la madera, gestión de espacios naturales, o calidad y prevención de riesgos son algunos de los campos a los que pueden orientar su futuro profesional los estudiantes.
El director de Forestais, Enrique Valero, destaca el nivel de los profesionales que salen de la Escola, que en Galicia compite con la Enxeñería Forestal del campus de Lugo, dependiente de la USC. Uno de los puntos fuertes de Forestais de la Universidade de Vigo es la existencia de grupos de investigación y programas de másteres. La oferta formativa se completa con una «amplia» red de universidades extranjeras, europeas y americanas, con las que los alumnos pueden optar a Erasmus. «De hecho cada año lo ejercen en mayor número», apunta Valero.
La crisis económica preocupa a los estudiantes, que en su mayoría apuestan por esta ingeniería por vocación, pero también por sus salidas laborales. Es el caso de dos de ellos que relataron su experiencia a La Voz. Son Manuel Jalda y Guillermo Besada. A sus 25 años, Manuel es un recién titulado. «Acabé hace dos meses y estoy haciendo prácticas en el grupo de investigación AF4, soy como un becario. Es una especie de spin-off de la universidad», explica.
Valoran la formación recibida y destacan las instalaciones. «En eso somos bastante afortunados, la escuela está bien dotada y en los laboratorios se trabaja en grupos reducidos», subraya Manuel. Todavía no tiene claro qué hará en los próximos años. «La gente sigue encontrando trabajo al acabar, pero cada vez más en precario», comenta. Le gustaría orientar su futuro hacia el sector privado y el mundo forestal.
«Fui becario de Norfor, fue un trabajo de campo en el monte que me gustó, hacíamos inventario forestal, básicamente medir eucaliptos». Respecto a los estudios, cree que Forestais puede tener los problemas de otras carreras. «No sé cómo será ahora con el grado, pero antes había alguna asignatura que no aporta nada y otras que necesitarían tener más horas», dice Manuel.
A su lado, Guillermo, de 22 años, tiene pendiente el proyecto de fin de carrera, algo que compagina con el grupo de investigación. «Gústame o monte e o medio forestal, que en Galicia está moi desaproveitado, falta xestión e optimizar o rural», señala. A este joven le atrae más el sector primario y si pudiera elegir le gustaría trabajar «desde el terreo» en alguna explotación medioambiental.
¿Y qué opinan sobre la polémica en torno a Ence? «Cualquier industria siempre genera un impacto y hay que entender los dos puntos de vista», sostiene Manuel. Guillermo incide en que «hai argumentos en contra da empresa que hoxe non se sosteñen porque mellorou moito».