La empresa valenciana Lua Estill está colocando en la ciudad unos cajetines dispensadores de ceniceros de cartón que tienen por objeto evitar que los fumadores tiren las colillas en las calles. Se trata de una iniciativa medioambiental que beneficiará, sobre todo, a las playas, ya que los usuarios podrán fumar sin dejar las colillas en la arena, habida cuenta de que se trata de uno de los residuos que más años tardan en descomponerse. Por eso el servicio ya está a disposición de los bañistas de A Concha y Compostela, de O Preguntoiro (Vilaxoán), Covacha (Carril) y Bamio. Pero también los hay en los parques de Miguel Hernández y A Xunqueira, en la calle Rey Daviña y en las plazas de Galicia y Ravella.
Los ceniceros se montan fácilmente y permiten guardar en ellos las colillas y las cenizas. El servicio no tiene coste para la administración local, porque la empresa se financia con la publicidad que se coloque en los ceniceros. Es un sistema extendido en Valencia, en la Costa del Sol y ahora, en las Rías Baixas.