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Fruto del mimo y del respeto a la tradición

CARLOS CRESPO JOSÉ LUIS VILANOVA

AROUSA

MARTINA MISER

03 nov 2012 . Actualizado a las 06:45 h.

La visita a Terras de Lantaño precipita en quien la realiza una cascada de sensaciones. En primer lugar, por supuesto, las que proporcionan los mimados albariños que elabora la bodega. El efecto se multiplica al tener la oportunidad de disfrutar y de conocer in situ la bodega original -ubicada en el soberbio pazo que da nombre al vino matriz-, la bodega actual -fruto de una acertada y respetuosa actualización de una casona tradicional de la zona- y los viñedos de la propiedad. La guinda a las emociones la pone el participar de la admirable filosofía de la bodega y de la pasión con la que en Terras de Lantaño se vive todo lo relacionado con el vino. Desde el minuto cero.

Tres décadas ha empleado Ramiro Martínez en crear, desarrollar y afianzar el proyecto de esta bodega, que hoy ya trasciende de la mera elaboración y comercialización de dos marcas de albariño Rías Baixas para posicionarse como una atractiva oferta de enoturismo.

Todo ello sin perder nunca la esencia. Porque es cierto que nos encantó la contemporánea bodega, habilitada en una edificación tradicional de la zona y salpicada aquí y allá de toques de diseño y arte. Como nos encanta la bodega originaria envuelta en ese aroma de vetusta solemnidad que transmite el pazo que la acoge y los jardines que lo rodean. Pero, como insiste César Méndez una y otra vez, no hay que olvidar que el principio y el fin de todo «está ahí fuera». Y señala a unas viñas que ya empiezan a teñirse de ocre. En las 16 hectáreas de viñedos y en el terruño atesora la firma su principal haber.

Algunas, como las aledañas al pazo, cuentan ya con más de 25 años. Son precisamente esas cepas viejas las que se utilizan para elaborar Terras de Lantaño, la marca estrella de la bodega. Un albariño complejo, criado sobre lías en las cuales se le aporta un leve toque de madera.

La otra joya de la corona es la finca Santa Mariña, una atípica plantación de uva albariña en espaldera dotada de un innovador sistema de fertirrigación por goteo.

Con la producción de esta finca y de otras también de su propiedad se elabora Viña Cartín, la primera marca que comercializó la bodega, un albariño vivaz, fresco y muy fácil de beber.

Buena parte de las excepcionales características que definen los vinos de Terras de Lantaño se derivan de un exquisito cuidado en su elaboración. «Es absolutamente tradicional» nos dicen. Todas las uvas proceden de plantaciones propias. Llegado el momento de la vendimia se realiza un exhaustivo control de maduración no ya por finca sino por tramos de estas, para recoger siempre la uva en el momento óptimo. Uva que después será enfriada hasta los 5 ó 7 grados para proceder a su transformación a esa temperatura. Gracias a este método, nos explica César, se evitan oxidaciones, reducciones y la utilización de productos enológicos que pudieran dañar o alterar el resultado final, que debe ser un perfecto albariño.

Anexo a la bodega, Terras de Lantaño cuenta con un pequeño y precioso salón de eventos, dedicado principalmente a presentaciones empresariales o pequeños banquetes. Las paredes de granito y las vigas de madera de una vieja casona albergan un acogedor comedor en dos plantas con capacidad para 120 personas. El conjunto se completa con una vistosa galería y un coqueto jardín sombreado por un fenomenal ejemplar de mandarino.

También aquí tradición y contemporaneidad se funden en armonía, como en la copa y como en todo lo que tiene que ver con Terras de Lantaño.

FICHA

LOCALIZACIÓN

Baceiro, 1. Lantaño. Portas. Teléfono: 615 646 442

MARCAS

Terras de Lantaño y Viña Cartín

ENÓLOGO

Marcos Lojo

GERENTE

César Méndez

VISITAS Y CATAS

Es posible realizar catas y visitas guiadas a la bodega, al pazo de Cartín y las fincas y viñedos, previa cita.