
La alarma volvió a cundir ayer al mediodía en la calle Pardo Bazán de Cambados. Como en ocasiones anteriores, los vecinos llamaron a la Policía Local para alertar de que había un fuerte olor a gas en el portal del edificio situado en el número 18 de esta calle y, como otras veces, los agentes y los voluntarios de Protección Civil volvieron al lugar para realizar las mediciones oportunas. Había precedentes. El 15 de enero, los residentes en este edificio tuvieron que salir a la calle en plena noche por temor a que hubiera un escape de gas o similar. Personados los técnicos de Gas Galicia en el lugar descartaron que se tratara de una fuga, máxime teniendo en cuenta que a este punto no llega la red. Pero el fuerte olor persiste.
Protección Civil acudió ya en tres ocasiones a supervisar la zona y, a excepción del primer día, los índices que recoge el explosímetro son negativos. Pasado más de un mes del incidente sigue sin haber una explicación sobre el origen del olor, que según afirman testigos presenciales, es muy similar al del butano. Lo que sí parece claro es que procede de una alcantarilla situada en esta calle y, que desde ahí, se cuela hasta el edificio. Para mitigar los efectos, en el Concello mantienen la tapa de la arqueta abierta, pero el miedo no remite. Ayer, los vecinos volvieron a llamar a la policía. Se movilizó a los Bombeiros do Salnés y a Protección Civil pero, esta vez, no había caso. El tufo procedía del cuartel de la Guardia Civil situado a pocos metros, donde se están haciendo obras de pavimentado y el asfalto, unido al viento norte, dejó un fuerte olor en el ambiente.