
Un gran barril de doce metros de altura por ocho metros de diámetro es el elemento arquitectónico más llamativo y más identificativo de la pousada de Meaño. Por fuera y por dentro. Sentarse en uno de los taburetes en forma de corcho que jalonan su interior abovedado permite disfrutar de unas espectaculares vistas sobre la ría de Arousa. Y si luce el sol y la temperatura ayuda, el techo de madera puede cambiarse por el cielo abierto para otear el horizonte a la sombra de las parras que todavía están por plantar. La pousada de Meaño es un homenaje al vino en sí misma que, por tener, hasta tendrá bodega.
Visita institucional
La obra está terminada y hasta allí se fue ayer el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, para comprobar el resultado. En su recorrido por las flamantes instalaciones de Cobas estuvo acompañado por la alcaldesa, Lourdes Ucha, y otros concejales del grupo de gobierno, además del director del proyecto, Mario Crecente, que actuó de cicerone guiando y explicando todos los detalles; de la recepción a la zona de cafetería y de la suit a las terrazas superiores, donde ayer todavía se desarrollaban trabajos de jardinería. Pero la primera parada fue junto a la escultura de acero corten que adorna la entrada del edificio. Se trata de una obra abstracta de mil kilos de peso que reviste la fachada con volúmenes que recuerdan a las olas del mar y los desniveles del terreno. Y esa pátina de óxido que la cubre no es fruto del abandono, ni mucho menos: actúa como autoprotección. Aunque sí la más espectacular, no es la única pieza que e escultor meañés Paco Pazos diseñó para la pousada. También realizó originales sillones con restos de obra -madera del encofrado, acero y ladrillo- que se distribuirán por el interior del inmueble. La de Meaño, como las otras tres pousadas construidas por la Diputación en O Grove, Meis y Ribadumia, solo están a la espera de que alguien las ponga en marcha. Reconocía ayer el presidente que no es una tarea fácil pero confía en que aparezca una empresa que asuma el reto y abra estas instalaciones antes del verano. Suman en total casi cien habitaciones.
A concurso
La Diputación de Pontevedra está elaborando ahora el pliego de condiciones para sacar a concurso la gestión. Aspectos como si el adjudicatario correrá con los gastos del equipamiento -se calcula que el mobiliario de las cuatro pousadas podría alcanzar los dos millones de euros- o si habrá cupos para la contratación de personas con minusvalías están todavía por definir. Louzán hizo ayer hincapié en un mensaje: aunque las pousadas todavía no dan resultado, ya se lleva trabajado mucho en ellas. «Conseguimos 40.000 metros de terreo público, tres novos edificios e crearonse 150 postos de traballo durante tres nos. Todo o mundo está esperando a ver que pasa con estas pousadas, pero gustariame que se valore todo o que se fixo ata agora, que non foi nada doado», indicó el presidente provincial.