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Un jurado popular se pronunciará en breve sobre el crimen de Guillán

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AGRICULTURA

Santiago Gómez espera en prisión el juicio por la muerte de su hermano

13 nov 2013 . Actualizado a las 06:59 h.

La Audiencia de Pontevedra ultima los trámites para celebrar el juicio contra el vilagarciano Santiago Gómez por la muerte de su hermano Alfonso, un crimen que conmocionó al municipio en septiembre del 2012. Será un jurado popular el que decida si el acusado es culpable de haber matado a su hermano. Entre otras cuestiones, deberá dirimir si se trata de un asesinato -como pide la acusación particular- o un homicidio. La defensa del reo, que lleva encarcelado en A Lama desde que ocurrieron los hechos, pide la libre absolución al considerar que Santiago Gómez actuó en defensa propia.

Los hechos tuvieron lugar el 19 de septiembre del 2012. Esa noche, los dos hermanos se encontraban en una huerta, cerca de las casas de ambos en Guillán. Las relaciones entre ellos eran malas desde hace tiempo. La defensa de Santiago, de hecho, dice que el fallecido consumía alcohol y que sus reacciones violentas eran habituales, y que siempre llevaba consigo una navaja con la que en más de una ocasión amenazó a su hermano.

Ese día discutieron de nuevo. Una de las cuestiones que deberá decidir el jurado es si Alfonso amenazó con un arma blanca a su hermano y si fue por el temor a una agresión por lo que Santiago fue a buscar un spray que roció sobre la cara al fallecido. Como las amenazas seguían, el ahora imputado fue a buscar una escopeta y unos cartuchos que guardó consigo en tanto proseguía las tareas agrícolas. Pero Alfonso volvió -y según declaraciones posteriores del agresor- le amenazó de nuevo con un cuchillo que llevaba en la mano. Fue entonces cuando Santiago disparó el arma con la intención de herirle en la pierna, aunque en realidad el disparo acabó en el muslo y le seccionó la arteria femoral, lo que le produjo tal pérdida de sangre que, aunque de inmediato se avisó a emergencias, la víctima murió desangrada.

El cuchillo escondido

El agresor -que reconoció los hechos de inmediato ante la policía- dijo desde el primer momento que la víctima le había amenazado con una navaja, pero el arma no aparecía. Fue en una inspección posterior de los agentes cuando hallaron escondido un cuchillo en un muro. El acusado sostuvo desde el principio que fue la viuda de su hermano quien lo había ocultado.

Santiago Gómez espera el juicio desde hace más de un año en la prisión de A Lama. Y aunque la fecha todavía no está fijada, se aceleran los trámites para que en breve se celebre la vista en la Audiencia de Pontevedra a cargo de un jurado popular que deberá dirimir si se le acusa de asesinato o de homicidio. Dependiendo de ello, la pena oscilaría entre los 10 y los 20 años de cárcel. Su defensa lo califica como una falta por imprudencia, y pide su absolución.