Yolanda Charlín pone sobre la pista del mayor centro de producción de heroína

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Un cargamento de 6 kilos en un coche que iba a Cambados permitió desmantelar el laboratorio en Valladolid

11 dic 2013 . Actualizado a las 16:07 h.

Tener entre sus integrantes a alguien de apellido Charlín no es un buen negocio para un grupo de narcotraficantes. Y eso es lo que le pasó a la red de producción de heroína desarticulada en Valladolid, que tenía entre sus principales clientes a una sobrina del patriarca, Yolanda Charlín, cuyas relaciones con los vendedores de ese opiáceo ya vienen de lejos.

La investigación llevada a cabo por la Policía Nacional, con la participación de la unidad Greco de Galicia, permitió detectar el pasado mes de abril a un grupo de narcos en Valladolid. Como en su mayoría eran viejos conocidos de los agentes, se les sometió a una estrecha vigilancia, hasta dar con una vivienda sospechosa en la localidad de Fuensaldaña. El pasado 4 de diciembre, los agentes sospecharon de un vehículo que salía del inmueble y que fue interceptado. Efectivamente, en su interior hallaron doce cilindros de heroína ocultos en el hueco del airbag. El coche se dirigía a Cambados, y el cargamento -seis kilos de heroína- había sido adquirido por un grupo de narcos liderado por Yolanda Charlín y por su marido, de nacionalidad hondureña.

La pareja y otro varón español fueron arrestados, junto con seis personas más, entre las que se encontraba un ciudadano turco responsable de transformar grandes cantidades de morfina en heroína. La operación, que sigue abierta, se saldó con la incautación de 20 kilos de heroína, otros tantos de morfina, 75 kilos de precursores, prensas y moldes para empaquetar el dinero y la droga, así como desmantelar en la vivienda de Fuensaldaña el que se cree que es el principal laboratorio de producción de heroína no solo de España, sino de toda Europa.

Ingreso en prisión

Los tres españoles detenidos declararon en la tarde de ayer en el Juzgado número 1 de Vilagarcía, que decretó prisión eludible bajo el pago de una fianza de 30.000 euros tanto para la sobrina de Charlín como para sus acompañantes.

A diferencia de su familia, que se especializó en el tráfico de hachís, Yolanda Charlín, hija de José Luis Charlín, hermano del patriarca, se codeó desde muy joven con las redes de distribución de heroína. Ya en el año 1996 a Yoli se la juzgó como presunta integrante de una red de distribución de esta sustancia. Por ese delito fue absuelta, pero se la condenó por el secuestro de un turco con el que ligó en una discoteca y al que le hizo una encerrona, supuestamente, para que pagase una deuda.

En su juventud fue novia de Daniel Baúlo, una relación que acabó con denuncias en los juzgados y con la sospecha nunca aclarada de que el clan de los Charlines estaba detrás del ajuste de cuentas en el que murió el Caneo, padre del novio.