Vilagarcía comenzará a multar por los perros tras constatar que sí se incumple la normativa

AROUSA

Las patrullas de paisano comprueban que en el entorno de las playas se siguen abandonando deposiciones caninas
27 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El período de cortesía ha finalizado. Tras anunciar, hace un par de semanas, el inicio de una campaña de concienciación sobre la necesidad de que los propietarios de mascotas recojan las deposiciones de sus animales de compañía, el Concello de Vilagarcía pasará a la siguiente fase de su programa. A partir de ahora, en lugar de limitarse a informar a quienes vulneren la normativa, los agentes de paisano que Ravella ha enviado a patrullar diferentes zonas del municipio pasarán a multarles directamente.
Las sanciones, tal y como se encargó de subrayar el concejal de Seguridade Cidadá, Cholo Dorgambide, oscilarán entre los 30 y los 300 euros. El edil independiente animó incluso a los ciudadanos a que comuniquen, bien a la Policía Local, bien al servicio de Emerxencias de Protección Civil, los incumplimientos de los que sean testigos.
De momento, fuentes municipales confirman que, tal y como el bipartito conservador había advertido, las patrullas de paisano se han encargado de controlar zonas especialmente sensibles, como el entorno de las playas. «Han comprobado que sí, que hay propietarios que continúan abandonando las heces, y les han informado de su obligación y de que ese comportamiento va a ser objeto de sanciones económicas», añade el Concello.
Cinco mil mascotas con chip
La población de animales de compañía convenientemente registrados en Vilagarcía es considerable. A finales del año pasado, el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía, gestionado por el Colexio de Veterinarios de Galicia bajo la tutela de la Xunta, señalaba que en la ciudad habitan 4.984 perros y 96 gatos.
Se trata del censo de mascotas cuyos propietarios cumplen la normativa en vigor, que exige que todas ellas estén identificadas y localizadas a través de un microchip subcutáneo. Tal y como demostraron las recientes denuncias presentadas por un vecino de Berdón, en la capital arousana persiste un número indefinido de animales ajenos a este sistema de control. De ahí la insistencia de Dorgambide en recordar a sus dueños la obligación de que legalicen la situación de sus perros. Y que, en el caso de aquellas razas consideradas peligrosas, acompañen la correa de un bozal durante los paseos.